Las fuerzas rusas intensificaron sus asaltos a las ciudades ucranianas con nuevos ataques con misiles y bombardeos en los límites de la capital Kiev y la ciudad occidental de Lviv, limítrofe con Polonia, país que en los 23 días que lleva la guerra ya recibió más de dos millones de refugiados ucranianos, según las autoridades polacas en la frontera.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó a Ucrania de retrasar las conversaciones para poner fin al conflicto. «El régimen de Kiev busca por todos los medios retrasar el proceso de negociaciones, presentando propuestas que no son realistas», afirmó el Jefe del Kremlin durante una conversación con el canciller alemán, Olaf Scholz, de acuerdo con reseñas de las agencias de noticias Sputnik y AFP.
Por eso Moscú sigue con sus ataques en suelo ucraniano: el Ejército ruso y sus aliados separatistas de la región del Donbass combatían en el centro de Mariúpol, una ciudad portuaria sitiada del sureste del país, anunció este mediodía el Ministerio de Defensa de Rusia.
«En Mariúpol, las unidades de la autodenominada República Popular de Donetsk, con el apoyo de las fuerzas rusas, estrechan el cerco y combaten a los nacionalistas en el centro de la ciudad», indicó el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov.
En este contexto, la milicia separatista de Donetsk afirmó que «en el último día durante las acciones conjuntas fueron destruidos 25 puestos de tiro, eliminados más de 50 nacionalistas, entre ellos cinco ciudadanos extranjeros», según el comunicado publicado por los rebeldes en el canal Telegram, reportó la agencia de noticias Sputnik.
El texto agregó que las tropas de Donetsk «se apoderaron de un tanque, tres vehículos de combate de infantería y un vehículo blindado de personal».
Respecto de Lugansk, la otra provincia separatista de la zona del Donbass que también proclamó su independencia y fue reconocida como tal por ley por Moscú, el reporte oficial afirmó que las fuerzas rusas y los separatistas «controlan ya el 90% del territorio».
En Mariúpol las autoridades tenían hoy expectativas de hallar sobrevivientes en un teatro que albergaba unas 1.300 personas que se refugiaban allí y fueron alcanzadas por un bombardeo ruso.
Ayer 130 sobrevivientes lograron salir de los escombros y se esperaba hallar algunos más, pero nada se supo desde entonces.
En el otro extremo, en el oeste, el alcalde de Lviv -también conocida como Leópolis-, Andriy Sadovi, anunció hoy que «misiles» rusos habían destruido una fábrica cerca del aeropuerto.
«Varios misiles han impactado una fábrica de reparación de aviones. El edificio quedó destruido por los disparos. El funcionamiento de la fábrica había sido suspendido previamente, con lo que no hay víctimas por ahora», escribió en Facebook.
Minutos antes, Sadovi aseguró que el ataque no había impactado directamente en el aeropuerto; mientras que un periodista de la agencia AFP pudo observar una cortina de humo elevarse hacia el cielo en esa zona, así como vehículos de policía y ambulancias en esa dirección.
La ciudad de Lviv, por donde pasan gran parte de los ucranianos que huyen a otros países, no había sufrido ataques hasta el momento.
El gobierno ruso no confirmó esta acción denunciada por Ucrania, pero sí anunció que la aviación y la defensa antiaérea propias derribaron otros seis drones ucranianos, uno de ellos un Bairaktar, de fabricación turca, en un ataque que se produjo anoche, informó hoy el Ministerio de Defensa ruso, sin detallar la zona en la que tuvieron lugar las acciones.
«Anoche la aviación y la defensa antiaérea de la Fuerza Aeroespacial de Rusia derribaron en el aire a otros seis aviones no tripulados, uno de ellos un Bairaktar TB2», informó el general mayor Konashenkov en una comparecencia ante la prensa que reseñó la agencia de noticas Sputnik.
«En la ofensiva aérea -agregó- fueron destruidos 81 objetivos militares ucranianos, entre ellos cuatro lanzacohetes múltiples, tres centros de mando, ocho arsenales y equipos militares concentrados en 28 áreas», detalló.
Condena internacional
Mientras tanto, crecen cada vez más las expresiones de condena contra Rusia de parte de varios líderes de Occidente, quienes consideran que las fuerzas invasoras cometieron «acciones criminales de guerra».
Por su parte, Moscú se defendió y también afirmó que Kiev cometió «el mismo delito al lanzar bombas de racimo (prohibidas por la Convención de Ginebra) en la región del Donbass».
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, sostuvo que los ataques de Rusia contra civiles en Ucrania constituyen «crímenes de guerra», luego de que anteayer el presidente estadounidense Joe Biden calificara como «un criminal de guerra» a su par ruso Putin.
El Kremlin respondió que las imágenes que el presidente ucraniano Volodomir Zelenski mostró ante el Capitolio norteamericano como pertenecientes a ataques militares rusos en Kiev «correspondían a acciones ucranianas en la región separatista».
Mientras tanto, Ucrania acusó a Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU de incurrir en desacato a la Carta de Naciones Unidas al no detener la invasión al territorio ucraniano después de que se lo ordenara la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
«Pese a que el fallo de la CIJ es vinculante, el Kremlin lo ignoró abierta y descaradamente bajo la excusa de que no hay acuerdo entre las partes», afirmó anoche el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergii Kislitsia, en la reunión del Consejo.
Acercaron posturas
El estatus neutral de Ucrania y su no adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) son temas en los que las posturas de Moscú y Kiev se acercaron «al máximo» durante las negociaciones, según declaró hoy el jefe de la delegación de Rusia, Vladímir Medinski.
«El tema del estatus neutral y la no adhesión de Ucrania a la OTAN es uno de los puntos clave en las negociaciones, es el punto donde las posiciones de ambas partes más se han acercado», aseveró el funcionario ruso.
No obstante, el representante del Kremlin, añadió que existen «matices» relacionados con las garantías de seguridad que exige Ucrania.
«Se trata de cuestiones relacionadas con las garantías de seguridad que recibe Ucrania además de las existentes, en caso de que renuncie a unirse a la Alianza Atlántica», explicó.
Por su parte, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, consideró «prematuro» hablar sobre el acuerdo que los dos países podrían alcanzar.
«Puedo decir que la delegación rusa está mostrando la voluntad de trabajar mucho más rápido de lo que se está haciendo en este momento. Desgraciadamente, la delegación ucraniana no está lista para acelerar las negociaciones», disparó.
El canciller de Ucrania, Dmitri Kuleba, buscó bajar el tono y se mostró dispuesto a mantener conversaciones con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, al que calificó como el diplomático «más experimentado del mundo».
«Lavrov es un diplomático extremadamente experimentado, creo que es, a día de hoy, el que más tiempo lleva en su puesto, tiene una experiencia demencial. Estoy listo para hablar con él, estoy listo para tener una conversación seria y sustancial con él», enfatizó Kuleba en una entrevista con el periódico Ukrayinska Pravda.
Lavrov y Kuleba ya mantuvieron conversaciones con la mediación de Turquía el 10 de marzo.
Putin defendió la invasión en un acto en un estadio de Moscú
El presidente ruso se dio hoy un baño de masas durante un acto ante más de 100.000 simpatizantes en un estadio de Moscú, en el que calificó a la invasión a Ucrania como «una
operación de rescate ante el supuesto genocidio perpetrado por las autoridades ucranianas en las regiones rusoparlantes de Donetsk y Lugansk».
La comparecencia de Putin fue el cierre a un macroconcierto en el estadio capitalino de Luzhniki, al que acudieron decenas de miles de personas y otras tantas en sus alrededores, celebrado para conmemorar el octavo aniversario del referendo por el cual la península de Crimea ratificó su anexión a Rusia en 2014, un plebiscito no reconocido por Ucrania ni Occidente.
«La razón principal de esta operación especial -indicó usando el término oficial con el que el Kremlin denomina esta invasión- es el de ahorrar sufrimiento a la gente, y de evitar este genocidio contra la población en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, afines a Rusia y ubicadas en el este de Ucrania», precisó.
En su discurso, el mandatario alabó la valentía demostrada por el Ejército ruso en los combates en el país vecino.
«Codo con codo, nuestros soldados se ayudan, se apoyan mutuamente y, si es necesario, protegen a sus compañeros de las balas con su propio cuerpo en el campo de batalla. No hemos tenido tal unidad en mucho tiempo», declaró, según reportó la agencia de noticias Europa Press.
Durante ese momento, la retransmisión del mensaje del jefe del Kremlin se vio interrumpida en la cadena de televisión pública rusa Rossiya-24, que comenzó a mostrar otros momentos del mismo acontecimiento, discursos oficiales y canciones populares.
Quince minutos después, el canal retomó la difusión en diferido, según reportó la agencia de noticias AFP, que no precisó los motivos del corte.
El presidente ruso también se refirió en su intervención a la figura histórica del almirante zarista Fiodor Ushakov, nacido un 24 de febrero -día del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania- y canonizado como santo patrón de la Armada rusa.
«Tormentas como ésta siempre irán a la gloria de Rusia. Así fue entonces, así es hoy y así será siempre», expresó ante sus simpatizantes, quienes enarbolaban cientos de banderas rusas.
Sobre la península de Crimea, Putin defendió la anexión como un acto de «necesidad» para «sacar a Crimea de esa posición humillante, de ese estado humillante en el que estaba inmersa cuando formaban parte de otro estado (Ucrania)».
«‘Somos el pueblo multinacional de la Federación Rusa, unidos por un destino común en nuestra tierra’: éstas son las primeras líneas de la ley fundamental de Rusia, la Constitución, y cada palabra está llena de un significado profundo y es de gran importancia», agregó el mandatario, quien consideró que los residentes de Crimea se guiaron por esa misma idea cuando acudieron al referendo el 16 de marzo de 2014.
«Vivían y viven en su tierra, y querían vivir un destino común con su patria histórica, con Rusia.
Tenían todo el derecho de hacerlo y lograron su objetivo», sentenció Putin.
El 24 de febrero Rusia lanzó una ofensiva militar en Ucrania bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de dos provincias rusoparlantes en la región del Donbass a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a esas regiones -Lugansk y Donetsk, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania- autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades.
La UE estudiará la solicitud de ingreso de Ucrania
El presidente ucraniano Zelenski manifestó hoy que la Comisión Europea estudiará «en los próximos meses» la solicitud de ingreso de Ucrania en la Unión Europea (UE).
«He mantenido una conversación importante con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En los próximos meses, la Comisión Europea se formará su opinión sobre nuestra solicitud de ingreso en la UE», escribió Zelenski en su cuenta de Twitter.
El pasado 28 febrero Zelenski firmó una solicitud de ingreso al bloque continental y al día siguiente, el Parlamento Europeo apoyó una resolución para otorgar a la ex república soviética el estatus de país candidato.
No obstante, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, descartó la posibilidad de un ingreso acelerado de Ucrania en la UE, debido al conflicto armado en el territorio de este país.
La semana pasada los líderes europeos participaron de una cumbre en el palacio de Versalles, en las afueras de París, donde señalaron que «sin demora, reforzaremos nuestros vínculos y profundizaremos nuestra asociación para respaldar a Ucrania en la continuación de su camino europeo».
Sin embargo, en la misma cita señalaron que la adhesión de Ucrania al bloque «no era algo que pudiera hacerse de inmediato».
«Este proceso es regido por reglas y es necesario respetarlas», subrayó el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, mientras que el premier neerlandés, Mark Rutte, remarcó que «no existe un procedimiento rápido de adhesión, pero que la UE sí quiere trabajar intensivamente con Ucrania».
La UE y Ucrania firmaron en 2014 un Acuerdo de Cooperación, y por el momento todo lo que los europeos ofrecen es una «consolidación» de ese entendimiento.
Kiev presentó una demanda formal de adhesión a la UE, pero normalmente ese proceso lleva
varios años de arduas negociaciones, que a veces se extienden por más de una década.
Xi: «La guerra en Ucrania no beneficia los intereses de nadie»
El presidente de China, Xi Jinping, afirmó hoy ante su homólogo estadounidense, Joe Biden, que las dos superpotencias «comparten la responsabilidad de mantener la paz en el mundo» y, en ese sentido, manifestó que la guerra entre Rusia y Ucrania «no beneficia los intereses de nadie», indicaron fuentes del gobierno del gigante asiático.
«La situación en Ucrania demuestra una vez más que los países no pueden involucrarse en enfrentamientos armados que no benefician a los intereses de nadie, y que la comunidad internacional debería abrazar la paz y la seguridad», señaló Xi el diario chino Global Times.
Asimismo, el mandatario le indicó a Biden que ambos países, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y las dos economías más grandes del mundo «no solo deberían desarrollar sus relaciones bilaterales por el buen camino, sino compartir la responsabilidad internacional a la hora de mantener la paz en el mundo».
El llamado entre los líderes de ambos países ocurre en momentos en los que Beijing se encuentra bajo una importante presión diplomática de Washington y sus aliados europeos por su rechazo a condenar a Moscú por la invasión a Ucrania.
Tras más de tres semanas de conflicto armado, el Gobierno chino mostró pocas señales de abandonar al Kremlin, al tiempo que achaca el empeoramiento de las tensiones a la expansión de la OTAN hacia el este.
La Cancillería de China rechazó ayer en términos enérgicos los comentarios hechos esta semana por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, quien criticó la postura de Beijing frente a la guerra entre Rusia y Ucrania al expresar que el gigante asiático está «en el lado equivocado de la historia».
El vocero de dicha cartera, Zhao Lijian, calificó de «irresponsable» a Blinken y agregó que con esa declaración «calumnia y vilipendia a China, dejando al descubierto una mentalidad de la Guerra Fría con su antagonismo de bloques», informó la agencia de noticias Sputnik.