Disparos de artillería alcanzaron hoy un edificio de departamentos de 12 pisos en el centro de Kiev y provocaron su incendio, en medio de renovados ataques de fuerzas rusas en la capital de Ucrania, país que instó a sus aliados a reforzar la ayuda contra la invasión con una zona aérea de exclusión sobre su nación para protegerla de Moscú.
Una densa nube de humo negro se elevaba al cielo desde el edificio y era visible desde el oeste de Kiev luego del ataque en horas de la madrugada, según un comunicado e imágenes publicadas por el servicio de emergencias de Kiev.
El ataque destruyó el último piso del edificio y desató un incendio, y otra torre contigua también resultó dañada.
El servicio de emergencia señaló que el ataque dejó dos víctimas, pero no dio más detalles.
«Las fuerzas rusas intensificaron sus ataques contra localidades de la periferia de la norteña Kiev, sobre todo Bucha, al noroeste de la capital, y contra la autopista que va hacia Zhitomir, hacia el Oeste», informó el gobernador de la región capitalina, Oleksiy Kuleba.
El funcionario indicó que las tropas rusas «estaban intentando cortar los accesos a Kiev y destruir sus capacidades logísticas como parte de preparativos para lanzar un gran asalto sobre la ciudad», que ayer fue puesta bajo toque de queda por 36 horas.
«Doce localidades de la periferia de Kiev estaban sin agua y seis sin calefacción», precisó Kuleba.
Y agregó: «Rusia ocupó la ciudad de Ivankiv, 80 kilómetros al norte de Kiev, y controla la región circundante sobre la frontera con Bielorrusia», confirmó.
«En toda la región de Kiev, jardines de infantes, museos, iglesias, bloques de departamentos e infraestructura están sufriendo ataques sin fin», denunció Kuleba.
Nuevo pedido de Zelenski
Por su parte, el presidente ucraniano volvió a pedir una zona aérea de exclusión sobre su país para protegerla de los ataques rusos.
«Necesito su decisión, su ayuda», expresó Zelenski en un discurso virtual ante el Congreso de Estados Unidos.
Mientras mostraba un vídeo de la destrucción provocada por tres semanas de ataques rusos en Ucrania, Zelenski comparó la ofensiva rusa con los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S) en Estados Unidos y el ataque de la aviación japonesa contra la base de Pearl Harbor en 1941.
Dirigiéndose en inglés a su homólogo estadounidense, Joe Biden, le manifestó que liderar el mundo libre también significa ser el «líder de la paz».
En tanto, el mandatario estadounidense confirmó hoy una ayuda militar adicional de 800 millones de dólares a Ucrania, lo que significa un paquete «sin precedentes» de 1.000 millones en una semana para ayudar al ejército ucraniano frente a la invasión rusa.
«A petición del presidente Zelenski ayudamos a Ucrania a adquirir sistemas de defensa antiaérea adicionales y de más largo alcance. Además, incluidos drones», especificó.
«Putin es un criminal de guerra y va a pagar lo que está haciendo», enfatizó Biden en un discurso desde la Casa Blanca.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrará una cumbre de emergencia el 24 de marzo en Bruselas con la participación de Biden, pero hasta ahora se resistió a las peticiones de Zelenski de que se implique directamente por temor a iniciar la Tercera Guerra Mundial.
Putin sostuvo que la operación se desarrolla con éxito
Casi de manera simultánea a las palabras de Zelenksi, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró en una reunión del Gobierno televisada que la operación se desarrolla «con éxito» y comparó la acción de los países occidentales «a las persecuciones contra los judíos».
«Occidente dejó caer la máscara de la decencia y comenzó a actuar de manera odiosa. Se imponen paralelismos con los pogromos antisemitas», aseveró el líder ruso, quien reiteró que no tiene la intención de «ocupar» Ucrania.
Antes de dirigirse ante el Congreso estadounidense, Zelenski urgió a sus compatriotas «a no desfallecer en su lucha contra las tropas rusas», pero dio a entender que el conflicto terminaría «con un acuerdo negociado».
«Todas las guerras terminan con un acuerdo», indicó, refiriéndose a las «difíciles» pero «importantes» negociaciones que continúan entre Kiev y Moscú, por tercer día consecutivo.
Sigue la ofensiva rusa en una Kiev en toque de queda
Cabe destacar que el ataque de Rusia a Ucrania ya lleva 21 días y el cerco sobre Kiev, con toque de queda hasta mañana, se estrecha.
En el norte de Ucrania, 10 personas que hacían fila para comprar pan murieron en un ataque ruso, según la fiscalía, aunque el Kremlin negó haber estado atrás de esa ofensiva.
Los habitantes de la capital deben respetar un toque de queda hasta mañana por la mañana y la prensa tampoco tiene autorización para circular: «en Kiev se vive un momento peligroso», expresaron las autoridades municipales.
En los últimos días se intensificaron los ataques rusos contra blancos civiles en Kiev así como el asedio a la ciudad portuaria de Mariúpol, que vive una dramática falta de alimentos, agua y medicamentos.
Unos 20.000 habitantes de la ciudad pudieron ser evacuados en los últimos días. Exhaustos y temblorosos, narraron viajes terroríficos, en medio de cadáveres descompuestos tendidos en las calles.
Hoy, también fue atacada la ciudad ucraniana de Zaporiyia, refugio para personas que huyen de Mariúpol y por ahora bastante protegida de los combates.
El conflicto en Ucrania ya forzó a más de tres millones de personas a abandonar el país, la mitad de ellos niños.
Ucrania y Rusia, optimismo tras nuevas conversaciones
Funcionarios de Rusia y Ucrania se mostraron hoy «optimistas» respecto a las posibilidades de un acuerdo que permita poner fin a la guerra, tras el tercer día consecutivo de negociaciones por videoconferencia, en el marco de la cuarta ronda de conversaciones, por la invasión rusa.
El presidente ucraniano Zelenski señaló que las conversaciones continuarán y que las exigencias de Rusia para poner fin a su ataque se volvieron «más realistas».
«Aún se necesitan esfuerzos, se necesita paciencia. Cualquier guerra termina con un acuerdo», apuntó Zelenski.
Hoy, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, admitió que las conversaciones con Ucrania se tornaron más «profesionales» y se centraron ahora en la exigencia de Moscú de que Kiev adopte un estatus de país neutral, antes de una nueva ronda de diálogo.
También hoy, el jefe negociador de Rusia en las conversaciones con Ucrania indicó que ambas partes discutieron un posible compromiso por el cual Kiev tendrá en el futuro fuerzas armadas más pequeñas y no alineadas ni con la OTAN ni con Moscú.
«Un estatus neutral está siendo seriamente discutido en conexión con garantías de seguridad», reveló Lavrov.
«Hay formulaciones concretas que, en mi opinión, están cerca de ser acordadas», prosiguió.
Aunque no dio más detalles, el canciller ruso consideró que las conversaciones tienen «un espíritu profesional que «genera esperanzas de que podamos llegar a un acuerdo en torno a estas cuestiones».
El vocero de Putin también subrayó que la neutralidad de Ucrania basada en el modelo sueco-austriaco está «en el centro de las conversaciones».
«Efectivamente, es la opción que se negocia actualmente y que podría considerarse un compromiso», enfatizó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aunque no abundó.
«Se está discutiendo un amplio rango de asuntos vinculado al tamaño del Ejército de Ucrania», agregó.
«Ucrania propone la opción de Estado neutral similar a la de Austria o Suecia, pero un Estado que tenga su propio Ejército y Marina», señaló Medinski, asesor del presidente Putin.
Sin embargo, el jefe negociador de Ucrania, Mijail Podoliak, negó que su país vaya a adoptar el modelo de Austria y Suecia y reiteró que «necesita aliados y garantías de seguridad claramente definidas para sentirse seguro».
«Ucrania se encuentra en una guerra directa con Rusia. Por tanto, el modelo solo puede ser ‘ucraniano'», enfatizó Podoliak, asesor de Zelenski.
«Los firmantes de estas garantías (de seguridad que exige Kiev) no pueden quedarse al margen en caso de ataque contra Ucrania como ocurre hoy, sino que deberían participar activamente en el conflicto del lado ucraniano y darle armas», ahondó.
Medinski repitió que las cuestiones sobre la neutralidad y el tamaño y naturaleza de las fuerzas armadas ucranianas «se estaban discutiendo en los ministerios de Defensa de ambos países».
La CPI le exigió a Rusia que ponga fin a la guerra
La Corte Penal Internacional (CPI), el tribunal con más rango de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ordenó a Rusia que ponga fin a su ofensiva militar en Ucrania.
Además, en el primer contacto de alto nivel entre Washington y Moscú desde la invasión, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, habló hoy con el general Nikolay Patrushev, a quien le expresó que Rusia «debería dejar de atacar las ciudades y pueblos de Ucrania».
Por ahora, los países occidentales optaron por aislar a Rusia diplomática y económicamente. Es decir, aplicaron duras sanciones que podrían llevar a Moscú a un posible default de su deuda.
Putin prometió hoy ayudas financieras a los particulares y a las empresas para hacer frente a la avalancha de sanciones y aseguró que la «guerra relámpago» económica contra su país fracasó.
Para los rusos un asunto clave es el estatus de Crimea, la península del sur de Ucrania que Rusia se anexionó en 2014, y de la oriental región del Donbass, que Moscú reconoció como independiente. Ucrania considera a Crimea y al Donbass parte de su territorio.
Rusia exige garantías por escrito de que Ucrania se desmilitarizará y adoptará un estatuto de país neutral que garantice que no ingresará a la OTAN y que, por lo tanto, no quedará bajo la órbita militar ni de Estados Unidos ni de Moscú. Y Ucrania pide un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas.