El eclipse solar de este 8 de abril se convirtió en el protagonista absoluto de la jornada, cautivando a millones de personas alrededor del mundo. Desde América del Norte hasta diversos rincones del planeta, este fenómeno celestial despertó un interés sin precedentes, ofreciendo un espectáculo único para aquellos afortunados que pudieron presenciarlo en persona o a través de transmisiones en vivo por Internet.
Los eclipses solares totales son eventos astronómicos verdaderamente impresionantes, donde la Luna se coloca estratégicamente entre la Tierra y el Sol, bloqueando temporalmente la luz emitida por la estrella central de nuestro sistema planetario. Esta interrupción momentánea transforma el día en noche por unos minutos, creando efectos visuales inolvidables y proporcionando una oportunidad invaluable para estudios y observaciones astronómicas.
En el caso de este eclipse, al tratarse de un evento total, la Luna se encontraba en el punto más cercano de su órbita elíptica a la Tierra, lo que permitió que cubriera por completo al Sol, revelando su capa externa conocida como “corona”. Este fenómeno, además, coincidió con un período de alta actividad del campo magnético solar, lo que proporcionó una oportunidad excepcional para observar y estudiar los procesos solares en toda su magnitud.
El eclipse inició su recorrido en América del Norte, donde millones de personas en México, Estados Unidos y Canadá se congregaron para presenciar este espectáculo celestial. Ciudades como Cleveland, en Ohio, fueron testigos de la oscuridad que envolvió el cielo durante varios minutos, sumergiendo a los espectadores en un ambiente casi mágico.
Los científicos, por su parte, aprovecharon el evento para realizar estudios y experimentos. Anteriormente, en diálogo con Infobae, Bea Gallardo-Lacourt, física espacial del Centro de Vuelo Espacial Goddard, algunos de éstos “nos permitirán conocer cómo se comporta la corona solar, cómo cambia el campo magnético del Sol, cómo cambia su masa, y cómo interactúa la atmósfera terrestre durante este evento astronómico. Podremos estudiar los cambios que se genera en la atmósfera de la Tierra en sus distintas capas”.
A medida que el eclipse avanzaba, los científicos y observadores astronómicos se preparaban para aprovechar al máximo esta oportunidad única. Equipos de la NASA, como el avión WB-57 equipado con cámaras y espectrómetros activos, se lanzaron a la tarea de estudiar la temperatura y la composición química de la corona solar y las eyecciones de masa coronal. Estas observaciones proporcionarán valiosos datos sobre las estructuras solares y los flujos de partículas emitidas por el Sol, conocidos como viento solar.
Durante la totalidad del eclipse, la NASA también llevó a cabo una serie de estudios científicos utilizando cohetes, realizando un total de 15 experimentos para analizar el comportamiento de la atmósfera terrestre. Estos experimentos, espaciados en intervalos de 40 minutos entre cada lanzamiento, proporcionarán información crucial sobre los efectos del eclipse en la temperatura y la composición química de la atmósfera terrestre
Uno de los aspectos más fascinantes del eclipse solar total es su impacto en la atmósfera y la superficie terrestre. Durante la totalidad, se experimenta un enfriamiento significativo, con temperaturas que pueden disminuir entre 5 y 10 grados Fahrenheit, acompañado de un aumento en la humedad relativa. Este fenómeno también afecta la formación de nubes, disminuyendo o desapareciendo completamente las nubes de buen tiempo, conocidas como cúmulos, que se forman debido al calentamiento solar.
El eclipse solar total presenta varias etapas distintivas, desde el eclipse parcial inicial hasta la totalidad y el regreso gradual de la luz solar. Durante la totalidad, los observadores pueden disfrutar de la visión única de la cromosfera y la corona solar, transformando el cielo en un espectáculo celestial sin igual. A medida que el eclipse avanza, reaparecen fenómenos como las cuentas de Baily, el anillo de diamantes y las bandas de sombra, marcando el final de este evento astronómico extraordinario.
En México, el eclipse inició como un evento parcial en la ciudad de Mazatlán, donde millones de personas aguardaban con expectación el momento en que la Luna cubriría completamente al Sol. La totalidad, que duró aproximadamente 4 minutos y 28 segundos, fue visible en un pequeño pueblo llamado Nazas, en el estado de Durango, México, marcando el punto de máxima duración del eclipse.
La trayectoria del eclipse solar total abarcó una franja de aproximadamente 185 kilómetros de ancho, cruzando tres estados de México, 15 estados de Estados Unidos y cuatro estados del sureste de Canadá. Este recorrido permitió a millones de personas en toda la región ser testigos de este espectáculo astronómico único en la vida.
Fuente: Infobae