Telefónica, TIM y Claro, las tres mayores operadoras de telefonía móvil de Brasil, se adjudicaron concesiones para operar la tecnología 5G en todo el país en la banda de 3,5 GHz, la más utilizada a nivel mundial, en una subasta realizada por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), en Brasilia.
Por tratarse de la radiofrecuencia más codiciada de la subasta de concesiones de los derechos para utilizar diferentes bandas en Brasil, a la que se inscribieron 15 empresas, Anatel, el ente regulador, dividió la banda 3,5 GHz en cuatro lotes nacionales de 80 MHh cada y ocho licencias regionales.
Claro, propiedad de la mexicana América Móvil, tomó el lote B1 por 338 millones de reales (US$ 60,5 millones); la española Telefónica, el mayor operador inalámbrico de Brasil a través de Vivo, ganó el lote B2 con una oferta de 420 millones de reales (US$ 75,2 millones); y TIM, unidad de Telecom Italia, obtuvo el lote B3 por 351 millones de reales (US$ 62,9millones).
Con la concesión de las licencias, que se extenderán por un plazo de 20 años, Telefónica, Claro y TIM se comprometen a llevar la tecnología 5G a todos los municipios con más de 30.000 habitantes, además de fibra óptica de alta capacidad para 530 ciudades hasta 2025.
En tanto, el proveedor brasileño de servicios de internet Brisanet se adjudicó el lote C4 en la banda de cobertura regional de 3,5 GHz con una oferta de 1.250 millones de reales (US$ 221 millones).
Por su parte, Winity Telecom, controlada por el grupo de inversión Patria, se quedó con la banda nacional 4G de 700 MHz, que había quedado sin adjudicar en 2014, con una oferta de 1.427 millones de reales (US$ 255.7 millones), cerca del 805% del precio de la convocatoria pública.
Los ocho bloques regionales para operar en la banda 3,5 GHz, de los cuales dos no recibieron ofertas, fueron repartidos entre las empresas Sercomtel, Brisanet, Consorcio 5G Sul, Cloud2U y Algar Teleco.
A falta de dos bandas, 2,3 GHz y 26 GHz (se subastarán en las próximas horas), el Ejecutivo de Brasil recaudó cerca de 4.000 millones de reales (US$ 708 millones), la mitad de lo que el regulador de telecomunicaciones Anatel esperaba obtener por las concesiones, lo que implica compromisos de los ganadores para invertir unos 45.000 millones de reales (US$ 8.000 millones).
Las empresas ganadoras deberán ahora invertir en la instalación de redes 4G en los municipios con más de 600.000 habitantes, en el servicio de itinerancia nacional obligatorio y en la cobertura de 48.000 kilómetros de carreteras de todo el país con internet de alta velocidad, entre otros compromisos.
El Gobierno prevé que todas las capitales brasileñas contarán con cobertura telefónica 5G para el 31 de julio de 2022.
Después de las capitales, el servicio deberá extenderse a las ciudades con más de 500.000 habitantes y avanzar gradualmente, en un proceso que acabaría a comienzos de 2026, cuando se prevé que el servicio llegue a las localidades con menos de 30.000 habitantes.
El 5G se convirtió en un asunto de la geopolítica mundial que intentó ser boicoteado en Brasil por Estados Unidos, que busca bloquear el avance de la china Huawei, máxima detentora de la tecnología.
La compañía china ya ofrece todas las infraestructuras y autopistas informáticas a todas las operadoras de Brasil desde 1999.
El presidente Jair Bolsonaro celebró en un acto el lanzamiento de la subasta de las frecuencias y detalló que las rutas y reservas indígenas tendrán internet. «Ahora podrán informarse directamente e informar directamente sin consumir fake news», puntualizó.