Wimbledon

Tenista rusa cambió su nacionalidad para jugar Wimbledon

El tercer Grand Slam del año no admitirá a los rusos ni bielorrusos, a causa de las sanciones impuestas tras la invasión de Rusia a Ucrania.

La moscovita Natela Dzalamidze cambió su nacionalidad rusa a georgiana para jugar el torneo de tenis de Wimbledon, el tercer Grand Slam del año, que se llevará a cabo del 27 de junio al 10 de julio en el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club, en Londres, Reino Unido.

De esta manera, la especialista en dobles -que ocupa el puesto 43 del ranking internacional- podrá ser de la partida junto a su compañera, la serbia Aleksandra Krunic.

Dzalamidze, de origen georgiano pero nacida en Moscú el 27 de febrero de 1993, defendió los colores de Rusia durante toda su carrera deportiva.

El vicepresidente de la Federación de Tenis de Georgia, Alexandr Metreveli, manifestó el apoyo hacia la jugadora adoptiva: «Es una buena noticia para nuestro país».

«Ha sido una decisión tomada a conciencia. Hace mucho que Dzalamidze tiene pasaporte georgiano», recalcó Metreveli, quien además destacó que la deportista es «muy conocida y ahora competirá por su patria histórica».

Por su parte, la ex tenista local Leila Meskhi -bronce en dobles en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992- afirmó: «El paso dado por Dzalamidze es muy importante para Georgia».

«Nuestro país es conocido en el tenis gracias a Nikoloz Basilashvili. Ahora tenemos la oportunidad de que en el tenis femenino la bandera georgiana esté presente en los torneos más prestigiosos», agtegó la leyenda olímpica en declaraciones a la agencia de noticias EFE.

Una visión distinta

El presidente de la Asociación Femenina de Tenis (WTA), el estadounidense Steve Simon, sostuvo que las jugadoras rusas y bielorrusas «no deben ser excluidas de los torneos», en alusión al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

«Ellas no deben ser penalizadas con la exclusión de los torneos debido a un liderazgo autoritario», aseguró el directivo estadounidense en declaraciones brindadas a la BB.

A causa de la situación actual, los y las atletas de la región no pueden competir bajo el nombre o la bandera de su país, ni jugar en competiciones por equipos.

«Nunca se sabe lo que puede deparar el futuro, pero puedo decir que nunca hemos prohibido a los atletas participar en nuestra gira debido a las posiciones políticas que su liderazgo puede tomar. Se necesitaría algo muy significativo para cambiar», subrayó Simon.

A la justicia

Por su parte, un grupo de jugadores afectados analizan realizar una acción judicial contra los organizadores de Wimbledon, quienes les negaron la participación debido a la guerra.

El caso lo lleva un abogado francés especializado en derechos humanos y lucha contra la discriminación que intentará, como primer paso, una conciliación, aunque también están considerando iniciar acciones legales, según publicó el diario francés L’Equipe.

La decisión de los organizadores del certamen supone un duro golpe a las ambiciones del ruso Daniil Medvedev, quien se perderá el tercer Grand Slam, además de otros torneos previos, ya que fue operado de una hernia.

El ruso se manifestó claramente en contra de la guerra y su compatriota Andrey Rublev -quien mantuvo la misma postura- afirmó: «Muchos me critican solo porque soy ruso, pero a pesar de ello quiero demostrar que el deporte une».

La prohibición de los jugadores rusos y bielorrusos dividió al mundo del tenis, y la semana pasada, el US Open (último Grand Slam del año) anunció que no seguiría el ejemplo de Wimbledon, con jugadores de ambos países elegibles para competir bajo una bandera neutral.