Al menos 50 personas murieron, entre ellas cinco niños, y cerca de 100 resultaron heridas hoy en un ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde centenares de personas esperaban un tren para salir de la región, asediada por las fuerzas rusas, en medio de acusaciones cruzadas sobre la autoría del repudiable ataque.
«Cincuenta muertos, entre ellos cinco niños. Es el número actual de muertos por el bombardeo realizado por las tropas de ocupación rusas en Kramatorsk», escribió en Telegram el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.
También estimó que el número de víctimas podría aumentar, ya que hay 98 personas heridas, incluidas 16 niños, quienes se aprestaban a subir a un tren para ir a un lugar más seguro.
Kyrylenko detalló que «38 personas murieron en el lugar y otras 12 en el hospital por las heridas sufridas», según consignó la agencia de noticias AFP.
Denuncias cruzadas
Ucrania subrayó la «maldad sin límites» de Rusia, mientras que el Kremlin aseguró que fue el propio gobierno de Volodomir Zelenski «el autor del disparo que fue cometido desde la ciudad de Dobropillia», ubicada a 45 kilómetros al sudoeste de Kramatorsk.
El ataque fue primero comunicado por el responsable de la estación ferroviaria, Oleksander Kamishin, y por una autoridad de la zona de Donetsk -donde se encuentra Kramatorsk- que no está en poder de Rusia, y originó enfáticas condenas del propio Zelenski y de la Unión Europea.
«Como no tienen fuerza ni valor para enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, destruyen cínicamente a la población civil. Es una maldad sin límites. Y si no se castiga, no cesará jamás», aseguró Zelenski en Telegram, denunciando los métodos «inhumanos» de las fuerzas rusas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que no lanzó ataque alguno contra la estación.
«Los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron hallados en los alrededores de la estación de Kramatorsk y (cuyas imágenes) fueron difundidos por testigos, solo son utilizados por las fuerzas armadas ucranianas», puntualizó.
Y agregó: «El objetivo de este ataque orquestado por el régimen de Kiev contra la estación de tren de Kramatorsk era impedir que la población civil se fuera de la ciudad para poder usarla como escudo humano», denunció la cartera rusa, según citó la agencia de noticias AFP.
«Todas las declaraciones de los representantes del régimen nacionalista de Kiev acerca del supuesto ‘ataque con cohete’ llevado a cabo por Rusia el 8 de abril en la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk son una provocación y son absolutamente falsas», reiteró el Ministerio de Defensa, en un comunicado difundido por la agencia de prensa RIA Novosti.
A su vez, el portavoz de las milicias prorrusas de Donetsk, Eduard Basurin, atribuyó el ataque a Ucrania.
«Ha ocurrido una provocación en Kramatorsk. Las autoridades ucranianas ni siquiera ocultaban estar preparando más provocaciones. Han anunciado evacuaciones desde Kramatorsk, Konstantínovka, Slaviansk, y la gente ha empezado a congregarse en lugares de posible salida, como estaciones de tren», apuntó el vocero, citado por la agencia de noticias Sputnik.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, condenó «con firmeza el ataque» y acusó a Rusia «de querer cerrar las vías de evacuación de civiles».
«Condeno con firmeza el ataque ciego de esta mañana contra una estación en Kramatorsk por parte de Rusia, que mató a decenas de personas y dejó muchos heridos», escribió Borrell en Twitter.
«Se trata de un nuevo intento de cerrar las vías de evacuación para aquellos que huyen de esta guerra injustificada y causa de los sufrimientos humanos», se lamentó.
El escenario del ataque
Esta mañana centenares de personas aguardaban un tren para salir de la región, amenazada por una ofensiva rusa de gran envergadura, en dirección a otras partes más seguras del país.
Frente a la estación de Kramatorsk se veían varios automóviles carbonizados y los restos de un misil.
El lugar estaba sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros y el interior de la estación estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle, debido al movimiento de los cuerpos.
Kramatorsk se encuentra en una zona de la provincia de Donetsk no controlada por la autoproclamada República Popular del mismo nombre, una región rusoparlante de Ucrania que se alzó en armas contra la conducción nacional del país hace ocho años.
Esto se debió a que Kiev no cumplió con determinadas medidas de autonomía a las que se había comprometido en los acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015.
Las provincias de Donetsk y Lugansk integran la región esteña del Donbass, de mayoría de población de cultura e idioma ruso, que viene reclamando su independencia de Ucrania y actual objetivo de la invasión militar rusa.