El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, dijo que estaba «extremadamente preocupado» por los reportes de bombardeos en la central de Zaporizhzhia, la más grande de Europa, ubicada en el sureste de Ucrania.
Ucrania aseguró que partes de la instalación quedaron «seriamente dañadas» por los ataques del ejército ruso, que se apoderó de la central en marzo.
Moscú ha permitido que se mantengan los empleados ucranianos en la central, pero Kyiv acusa a las fuerzas rusas de disparar cohetes contra áreas civiles desde ahí, empleando «tácticas terroristas».
Los ataques del viernes subrayan «el riesgo muy real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente en Ucrania y más allá», dijo Grossi en un comunicado. «Cualquier fuego militar dirigido hacia o desde la instalación equivaldría a jugar con fuego, con consecuencias potencialmente catastróficas», agregó.
El funcionario también pidió que el personal ucraniano lleve a cabo sus funciones «sin amenazas ni presiones», y agregó que se debe permitir que el OIEA brinde apoyo técnico.
Enerhoatom, el operador de la planta de Zaporizhzhia, informó que los ataques con misiles rusos habían forzado el cierre de una «unidad de energía», pues hay un riesgo de fugas radiactivas.
La Unión Europea ha criticado a Moscú por el reciente bombardeo. El principal diplomático del bloque, Josep Borrell, dijo que «condena las actividades militares de Rusia» en torno a la planta.
«Esta es una violación grave e irresponsable de las normas de seguridad nuclear y otro ejemplo del desprecio de Rusia por las normas internacionales», señaló Borrell, quien pidió que se conceda acceso a la planta a la OIEA.
Las fuerzas rusas controlan la central y las áreas circundantes, cerca del territorio controlado por Ucrania.
Los civiles en la cercana Nikopol, que se encuentra al otro lado del río y todavía está bajo control ucraniano, le dijeron a la BBC que los rusos estaban disparando cohetes desde los alrededores de la planta y moviendo equipo militar al complejo.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo el viernes que «cualquier bombardeo de este sitio es un crimen desvergonzado, un acto de terror».