Un taxista de la compañía francesa G7 fuera de servicio causó una tragedia con un Tesla Model 3 al atropellar y matar a una persona y herir a otras 20, tres de gravedad, el último fin de semana en el distrito 13 de París.
El conductor, quien aseguró que un «problema técnico» provocó que el vehículo acelerara por sí solo, arrolló postes metálicos, una hilera de bicicletas de pago, un contenedor de reciclaje lleno de cristales y atropelló a peatones y una furgoneta antes de detenerse.
Una fuente policial reveló que el taxista les dijo a los investigadores que había dirigido el coche -que iba a gran velocidad por la avenida d`Ivry- deliberadamente contra objetos para detenerlo.
«Como medida cautelar y de acuerdo con nuestros procedimientos, G7 ha decidido suspender a los 37 conductores afiliados equipados con el modelo similar al automóvil involucrado», señaló la empresa en un comunicado. No obstante, los 50 vehículos Model S de la compañía seguirán operativos.
Por su parte, el ministro de Transportes de Francia, Jean-Baptiste Djebbari, declaró que de momento «no está preocupado» por el accidente mortal. «No hay datos que hagan pensar que está ligado a un problema técnico», señaló, coincidentemente con lo expresado por las autoridades de Tesla.
Con este, ya son 127 los casos de «aceleración repentina no intencionada» que actualmente investiga la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, en todos los episodios, Tesla afirmó que el registro del automóvil mostraba que fue un error del usuario debido a una aplicación incorrecta del pedal, lo que significa que el conductor presionó el acelerador en lugar de los frenos.