La ex empleada de Facebook Frances Haugen se presentó hoy ante legisladores de Estados Unidos para pedir que «se regule al gigante de las redes sociales» y lo acusó de «financiar sus ganancias con la seguridad de los usuarios», un día después de que un masivo apagón afectara a miles de millones de personas y pusiera de manifiesto la dependencia mundial de sus servicios.
Haugen testificó en el Capitolio después de haber filtrado a las autoridades y al diario The Wall Street Journal un archivo de investigaciones internas que detallan cómo Facebook «sabía que sus sitios eran potencialmente dañinos para la salud mental de los jóvenes».
Según extractos del testimonio filtrados a medios de comunicación estadounidenses, Haugen, una científica de datos de 37 años, acusó a Facebook «de anteponer sus intereses a la seguridad de sus usuarios».
«Facebook se convirtió en una empresa de un billón de dólares financiando sus ganancias con nuestra seguridad, incluida la seguridad de nuestros hijos», afirmó Haugen en su declaración preparada para la audiencia del Senado.
Haugen trabajó para empresas como Google y Pinterest, pero en una entrevista el domingo con el programa de noticias «60 Minutes» de la cadena CBS aseguró que Facebook era «sustancialmente peor» que todo lo que había visto.
«Me presento porque reconocí una verdad aterradora: casi nadie fuera de Facebook sabe lo que sucede dentro de Facebook. La dirección de la empresa oculta información vital al público, al gobierno estadounidense, a sus accionistas y a los gobiernos de todo el mundo», agregó en su declaración y pidió por la regulación de la compañía.
Sobre este punto, en el extracto que trascendió a la prensa, la denunciante argumentó que «cuando nos dimos cuenta de que las empresas tabacaleras ocultaban los daños que causaban, el Gobierno tomó medidas. Cuando advertimos de que los coches eran más seguros con cinturones de seguridad, el Gobierno tomó medidas. Les imploro que hagan lo mismo en este caso», insistió.
Haugen habló ante los senadores, justo un día después de que Facebook, su aplicación para compartir fotos Instagram y el servicio de mensajería WhatsApp estuvieran fuera de servicio durante aproximadamente siete horas, afectando a «miles de millones de usuarios», según el rastreador Downdetector.
Los legisladores estadounidenses llevan años amenazando con regular el negocio de Facebook y otras plataformas de redes sociales para hacer frente a las críticas de que los gigantes tecnológicos invaden la privacidad, sirven de megáfono para la desinformación y perjudican el bienestar de los jóvenes.
Sin embargo, Facebook se opuso con fuerza a la indignación sobre sus prácticas y el vicepresidente de política y asuntos globales de la empresa, Nick Clegg, rebatió con vehemencia la afirmación de que sus plataformas son «tóxicas» para los adolescentes días después de una tensa audiencia de varias horas en el Congreso en la que los legisladores estadounidenses interrogaron a la compañía sobre su impacto en la salud mental de los usuarios más jóvenes.
Además del apagón para las personas, empresas y todos los usuarios que dependen de las herramientas de la compañía, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, recibió un golpe financiero.
El rastreador web de multimillonarios de Fortune indicó a última hora del lunes que la fortuna personal de Zuckerberg se redujo en casi 7.000 millones de dólares con respecto al día anterior, situándose en 117.000 millones de dólares.