Las acciones del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande cotizadas en Hong Kong repuntaron un 4.97% en la apertura del mercado después de que anunciara la creación de un grupo de control de riesgo, que contará con la presencia del fundador y presidente de la empresa, Xu Jiayin, de asesores legales y de representantes de empresas estatales, para «mitigar y eliminar riesgos futuros».
Sin embargo, la compañía está todavía lejos de recuperarse del golpe sufrido el lunes en la bolsa, cuando sus acciones cayeron un 19,6% hasta su mínimo histórico, después de que el conglomerado reconociese el viernes la posibilidad de incurrir en el impago oficial de sus deudas.
Las autoridades de la provincia suroriental de Cantón, donde el grupo tiene su sede, anunciaron que destinarían un «grupo de trabajo» a Evergrande para «resolver sus riesgos», poco después de que la compañía revelase, en el mismo comunicado del viernes, que había recibido una demanda para pagar 260 millones de dólares.
Evergrande el lunes se enfrentaba al vencimiento de un período de gracia de 30 días para pagar intereses de dos bonos ‘offshore’.
Y algunos tenedores de esos bonos en el extranjero no recibieron los pagos de sus cupones, según cuatro fuentes confiables, empujando a la endeudada promotora inmobiliaria más cerca de una situación de impagos formal.
El impago de 82,5 millones de dólares en intereses que vencían el mes pasado podría desencadenar el impago cruzado de los aproximadamente 19.000 millones de dólares de bonos internacionales de la empresa, lo que convertiría a Evergrande en el mayor moroso de la historia de China.
El Banco Popular de China (BPC, central) y los reguladores de bancos y aseguradoras y del mercado de valores reaccionaron asegurando que el riesgo de contagio de la crisis de Evergrande es «controlable» y que el sistema financiero del país «no se verá afectado negativamente».
Evergrande acumula un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares y, en lo que va de año, el valor de sus acciones se desplomó más de un 86%.