El Gobierno de Venezuela denunciará al presidente de Colombia, Iván Duque, ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el asesinato de dos adolescentes venezolanos que fueron acusados de robar un almacén y luego aparecieron muertos en una violenta región cocalera del noreste colombiano.
«Venezuela llevará a Iván Duque ante la Corte Penal Internacional por el delito de exterminio, persecución contemplada en el artículo 7.1.H del Estatuto de Roma por la persecución contra nuestros migrantes, por el asesinato de nuestros migrantes que se ha convertido en una política sistemática y masiva contra nuestros connacionales», anunció la vicepresidente venezolana, Delcy Rodríguez.
«Ante el abominable asesinato de niños venezolanos en Tibú, Colombia, el presidente Nicolás Maduro ha instruido al canciller Félix Plasencia elevar la denuncia ante el secretario general de la ONU, António Guterres, y ante la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para que este crimen no quede impune», agregó la funcionaria.
Sin embargo, el Gobierno de Duque emitió un comunicado en el que se indica que su país «rechaza y desmiente las recientes declaraciones infundadas hechas por distintos voceros de la dictadura de Nicolás Maduro, en donde denuncian una supuesta política de agresión, discriminación y xenofobia hacia la población migrante venezolana».
La ONU y autoridades colombianas iniciaron una investigación sobre la ejecución de estos menores venezolanos, de 12 y 18 años, tras haber sido acusados de robar un almacén en el violento municipio de Tibú, en el noreste del país.
En videos y fotos difundidas en redes sociales, se ve a los adolescentes cabizbajos y con las manos atadas hacia adelante con cinta adhesiva, mientras una persona fuera de cámara los acusa de «ladroncitos».
«Fue una ejecución extrajudicial terrible. Se trata de una situación que ha impactado, pero que está reflejando una realidad que es el delito de xenofobia, de persecución y exterminio contra los migrantes venezolanos», continuó Rodríguez, quien además adelantó que su país «activará todos los mecanismos internacionales para el resguardo de sus migrantes en Colombia, víctimas de la política de odio y persecución de las altas autoridades».
«Hace tres semanas Iván Duque se daba golpes de pecho en un show que montó en Nueva York sobre los migrantes venezolanos. Objetivo: engrosar sus arcas corruptas a costa del sufrimiento de nuestros migrantes. Hoy, Iván Duque es el responsable directo por el exterminio de venezolanos», sentenció.
Horas antes, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, acusó al Gobierno de Duque de impulsar una política de exterminio contra los migrantes venezolanos en esa nación.
«Este no es un hecho aislado, no es un hecho excepcional, al menos 2.200 migrantes venezolanos fueron asesinados, y otros 836 fueron dados por desaparecidos, entre 2015 y 2021», señaló Saab, quien citó informes de la ONG Consultoría para los Derechos Humanos y Desplazamiento (CODHES).
Con estos datos, Saab destacó la cifra «aterradora» de aproximadamente 3.000 venezolanos muertos «víctimas del odio y la xenofobia» promovidas, a su juicio, por las autoridades colombianas, a las que acusó del «asesinato masivo de venezolanos en Colombia”.
La policía colombiana responsabilizó de ambos crímenes a las disidencias de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se apartaron del acuerdo de paz firmado en 2016 entre la exguerrilla y el Gobierno colombiano.
Tibú, una población fronteriza con Venezuela, concentra la mayor cantidad de narcocultivos de Colombia con más de 19.000 hectáreas sembradas de hoja de coca, según la ONU.