El líder de la oposición en Venezuela, Juan Guaidó, le pidió a las multinacionales petroleras «no cambiar un dictador por otro», en clara alusión a Nicolás Maduro, y su par ruso, Vladimir Putin, respectivamente, después de que Estados Unidos le impusiera a Moscú un embargo sobre su petróleo y gas por la invasión a Ucrania.
Chevron Corp, el último productor estadounidense que opera en Venezuela, se prepara para tomar el control de sus empresas mixtas en el país si la administración de Joe Biden relaja las sanciones a Caracas para impulsar el suministro de crudo a Estados Unidos, que intenta conseguir barriles alternativas después de prohibir el petróleo de Rusia.
Otras compañías, como la española Repsol, la italiana Eni, la india ONGC y la francesa Maurel & Prom buscan obtener la aprobación de Washington para recibir también petróleo venezolano para liquidar las deudas de sus proyectos.
Los cambios propuestos a una licencia que permitirían a Chevron descongelar sus proyectos en Venezuela ganaron fuerza después de una reunión clave en Caracas a principios de este mes entre funcionarios estadounidenses y el presidente venezolano Maduro.
Pero el encuentro también recibió críticas desde el Congreso estadounidense, incluso demócratas le pidieron al presidente Biden que no insuflara nueva vida al «reinado de tortura y asesinato de Maduro».
En tal sentido, Guadió dijo: «Un mensaje para las empresas de energía: tengamos compañías amigables no solo con el medio ambiente sino también con la democracia», enfatizó.
«Estoy seguro de que Chevron y las empresas que ahora se están yendo de Rusia no terminarán cambiando un dictador por otro. Tanto el petróleo de Maduro como el de Putin están manchados con sangre», disparó.
“No esperaría que ninguna empresa entonces cambie un dictador por otro -insistir-. Una cosa es comprarle petróleo a Maduro y otra comprárselo a Venezuela”, sentenció.
Reanudar el suministro de petróleo de Venezuela a Estados Unidos, que permanece prohibido desde 2019, estuvo sobre la mesa en la reunión de Caracas, donde se presentaron otras demandas de ambas partes, entre ellas la liberación de estadounidenses encarcelados y la reanudación de un diálogo político clave en México.
Los funcionarios estadounidenses se reunieron con Guaidó luego de asistir a la reunión con Maduro en el palacio presidencial.
Pero al equipo de Guaidó solo se le informó sobre el viaje una vez que los funcionarios estadounidenses estuvieron en Caracas.
Contacto permanente con Estados Unidos y la UE
«El levantamiento de sanciones debe estar condicionado al logro de un acuerdo y a pasos irreversibles para lograr la democracia en Venezuela, como la fecha de elección presidencial -prevista para 2024- así como el equilibrio y autonomía en los poderes», reiteró Guaidó.
El líder opositor también se mostró a favor de una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, una solicitud del presidente Volodímir Zelenski. «¿Hasta cuándo vamos a tolerar las acciones impunes de los dictadores?», se preguntó.
«Obviamente debe ser mucho más complejo para los países de la OTAN o los países europeos por el riesgo de escalada bélica», admitió.
Por otra parte, Guaidó aseguró mantener comunicación «rutinaria, habitual y constante» con Estados Unidos y la Unión Europea (UE), además de otros países, luego de que se le preguntó sobre su encuentro con la delegación de alto nivel enviada recientemente al país caribeño por el Gobierno del presidente Joe Biden.
«Para mí, es rutinario y habitual tener comunicación constante no solo con Estados Unidos, sino también con la Unión Europea, Colombia, Brasil, Canadá, Reino Unido, entre otros. Una delegación es un viaje extraordinario, pero mi comunicación con el presidente Biden es rutinaria, es habitual», sentencia.