El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) se consagró como nuevo campeón de la Fórmula 1 y terminó con el reinado de Lewis Hamilton (Mercedes), a quien sobrepasó en la última vuelta del Gran Premio de Abu Dhabi después de un absoluto dominio del británico durante toda la carrera.
Verstappen, de 24 años, logró en Emiratos Árabes la victoria decisiva de la temporada y festejó su primer título en la máxima categoría del automovilismo mundial, monopolizada por Hamilton en los cuatro años anteriores.
El desenlace del Campeonato Mundial de Pilotos tuvo un protagonista inesperado: el canadiense Nicholas Latifi (Williams), que se accidentó en la vuelta 54 de 58 y provocó el ingreso del Auto de Seguridad.
Con la carrera neutralizada, se diluyó la diferencia de 14 segundos que Hamilton mantenía sobre su rival y Verstappen, con neumáticos de compuesto duro recién puestos, atacó a todo o nada en el giro final, una vez retirado el Safety Car.
El Mercedes no tuvo rendimiento para resistir el embate del Red Bull en ese momento clave y Hamilton vio esfumarse la posibilidad de quedar como el piloto más reconocido de la historia de la F1 con ocho títulos.
Verstappen se encontró con la gloria en los últimos metros de la competencia en el circuito de Yas Marina cuando todo indicaba que terminaría frustrado tras un año en el que celebró 10 de los 20 triunfos que contabiliza en la categoría.
«Es increíble lo que sucedió, estoy sumamente feliz, quiero agradecer a todo el equipo por la confianza», declaró el piloto ganador a la transmisión oficial, después del festivo recibimiento de toda la escudería y de su padre Jos Verstappen, exvolante de F1 en ocho campañas entre 1994 y 2003.
En su séptima temporada en la F1, Max Verstappen llegó igualado en puntos con Hamilton a la última fecha y partió la carrera en Abu Dhabi desde la «pole position», aunque una buena salida del británico lo relegó de inmediato al segundo lugar.
Desde ese momento, todo se hizo cuesta arriba para el neerlandés en Yas Marina. En la vuelta 13 ya debió ingresar a boxes por el mal estado de sus neumáticos traseros y la distancia con el piloto de Mercedes se agrandó.
Ni siquiera el buen trabajo de su coequiper, el mexicano Sergio «Checo» Pérez, que tomó el liderazgo de la prueba cuando Hamilton hizo su parada, permitió que el neerlandés se acercara a la punta.
Hamilton, que llegaba de tres victorias consecutivas en Brasil, Qatar y Arabia Saudita, tenía un ritmo imparable y se encaminaba hacia la octava corona para despegarse del alemán Michael Schumacher al frente del cuadro de los máximos campeones.
«No voy a poder mantener este ritmo hasta el final», le avisó el británico a su equipo por el intercomunicador cuando la prueba ingresaba en el último tramo y las gomas de su Mercedes ya acusaban recibo.
La estrategia de no volver a parar para no ceder la punta fracasó por un hecho inesperado como el ingreso del Safety Car en los últimos giros. Verstappen aprovechó ese guiño del destino y con una maniobra de experto le arrebató la carrera y el campeonato en la última vuelta.
«Felicito a Max y a su equipo, hicieron un gran trabajo este año. Ahora sólo queda descansar», se resignó Hamilton, siete veces campeón de la F1 (2008, 2014, 2015, 2017, 2018, 2019 y 2020).