Más de 30 personas irán a juicio por su presunta implicación en el escándalo de los «Panama Papers», una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), que en 2016 reveló cómo personalidades de todo el mundo habrían escondido dinero a través del bufete panameño Mossack Fonseca.
El juzgado de Panamá «resolvió abrir causa criminal en contra de 32 ciudadanos, por la presunta comisión del delito contra el orden económico, en la modalidad de blanqueo de capitales, en el caso conocido como Panama Papers», de acuerdo con un comunicado del Órgano Judicial.
La fiscalía del país centroamericano también anunció -en otra nota- que la jueza Baloisa Marquínez «decidió acoger la petición» del ministerio público y llevará a 32 personas a juicio «por blanqueo de capitales».
El Órgano Judicial y la fiscalía confirmaron que el juicio se celebrará entre el 15 y el 18 de noviembre de 2022.
Aunque las notas no mencionan nombres, una fuente del caso confió que entre los llamados a juicio están Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, fundadores del despacho de abogados Mossack Fonseca.
«Paraíso fiscal»
Este bufete fue el epicentro del escándalo de los «Panama Papers» que publicó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), y que reveló cómo algunas personalidades de todo el mundo supuestamente evadieron impuestos y blanquearon capitales a través de ese despacho panameño.
La investigación, basada en la filtración de 11,5 millones de documentos provenientes del bufete Mossack Fonseca, mostró que jefes de Estado y de gobierno, líderes de la política mundial, personalidades de las finanzas, los deportes y las artes ocultaron propiedades, empresas, activos y ganancias.
Los ex mandatarios de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson; de Pakistán, Nawaz Sharif; de Gran Bretaña, David Cameron, y de Argentina, Mauricio Macri, además del astro del fútbol Lionel Messi y el cineasta español Pedro Almodóvar fueron solo algunos de los mencionados en ese entonces.
Debido al escándalo, el despacho Mossack Fonseca tuvo que cerrar, mientras la imagen internacional del país, acusado en ocasiones de ser un paraíso fiscal, se vio gravemente afectada, según reconocieron antiguos y actuales funcionarios.
La justicia panameña también fue blanco de fuertes críticas por la falta de condenas ejemplares en distintos casos de presunta corrupción que salpicaron a funcionarios y ex altos cargos de distintos gobiernos.