Tanques_Rusia

Los tanques rusos presentan un defecto en su diseño 

Los tanques que Rusia utiliza en su invasión a Ucrania presentan un defecto en su diseño, conocido como «jack-in-the-box», algo que Occidente sabe desde la guerra del Golfo de 1991.

Se cree que cientos de tanques rusos fueron destruidos desde que Moscú lanzó su ofensiva, y el secretario de Defensa británico, Ben Wallace, estimó que perdieron «hasta 580».

Pero los problemas de Rusia van más allá de la gran cantidad de tanques que perdieron desde que comenzó la guerra el 24 de febrero pasado.

La falla se relaciona con cómo se almacenan las municiones. A diferencia de los tanques occidentales modernos, los rusos llevan múltiples proyectiles dentro de sus torretas. 

Esto los hace muy vulnerables, ya que incluso un golpe indirecto puede iniciar una reacción en cadena que explota toda su reserva de municiones de hasta 40 proyectiles.

La onda de choque resultante puede ser suficiente para hacer estallar la torreta del tanque tan alto como un edificio de dos pisos, tal como se vio en un vídeo que fue publicado recientemente en las redes sociales.

«Lo que observamos con los tanques rusos es una falla de diseño», afirmó Sam Bendett, asesor del Programa de Estudios Rusos del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense.

«Cualquier golpe exitoso enciende rápidamente la munición causando una gran explosión, y la torreta literalmente vuela», agregó.

La falla significa que la tripulación del tanque, generalmente dos hombres en la torreta y un tercero al volante, son blancos fáciles, indicó Nicholas Drummond, analista de la industria de defensa especializado en guerra terrestre y ex agente del ejército británico. «Si no sales en el primer segundo, estás frito», explicó.

El efecto «jack-in-the-box»

Drummond sostuvo que las municiones explosivas están causando problemas en casi todos los vehículos blindados que Rusia usa en Ucrania. «Un ejemplo es el BMD-4, típicamente tripulado por hasta tres personas y capaz de transportar a otros cinco soldados», puntualizó. 

«El BMD-4 es un ataúd móvil que simplemente fue destruido cuando lo impactó un cohete», añadió.

Pero la falla en el diseño de sus tanques debería ser particularmente mortificante para Moscú, ya que los problemas se documentaron ampliamente.

Llamaron la atención de los militares occidentales durante las guerras del Golfo contra Iraq en 1991 y 2003, cuando un gran número de tanques T-72 de fabricación rusa del ejército iraquí sufrieron el mismo destino: las torretas fueron voladas de sus cuerpos en ataques con misiles antitanque.

Drummond aseguró que Rusia no había aprendido las lecciones de Iraq y que, en consecuencia, muchos de sus tanques en Ucrania presentaban fallas de diseño similares con sus sistemas de misiles de carga automática.

«Cuando la serie T-90, sucesora del T-72, entró en servicio en 1992, se mejoró su blindaje, pero su sistema de carga de misiles permaneció similar al de su predecesor, dejándolo igual de vulnerable», precisó.

«El T-80, otro tanque ruso que entró en acción en la invasión a Ucrania, tiene un sistema de carga de misiles similar», amplió.

Sin embargo, hay algunos beneficios para un sistema de este tipo, según Bendett, del Center for a New American Security.

«Rusia había elegido este sistema para ahorrar espacio y dar a los tanques un perfil más bajo, haciéndolos más difíciles de golpear en la batalla», opinó.

Difícil de reemplazar

No hay una forma fácil de saber cuántos tanques rusos fueron destruidos en Ucrania. El sitio web de monitoreo de inteligencia de código abierto Oryx informó hoy que «al menos 300 tanques rusos habían sido destruidos, y otros 279 dañados, abandonados o capturados».

Sin embargo, la página solo cuenta instancias en las que se tiene evidencia visual, por lo que las pérdidas rusas podrían ser mucho mayores.

Y estas pérdidas no son solo de equipo. Cuando Wallace, el secretario de defensa británico, dio su estimación de 580 tanques perdidos a la Cámara de los Comunes, también manifestó que más de 15.000 militares rusos murieron durante la invasión a Ucrania.

Es difícil saber cuántos de ellos son tripulantes de tanques, pero lo que no está en duda es que las tripulaciones no son fáciles de reemplazar.

«Entrenar a la tripulación de un tanque podría llevar hasta 12 meses», precisó Aleski Roinila, ex tripulante de un tanque en las Fuerzas de Defensa de Finlandia. «Y eso se considera rápido», sentenció.