La dolarización ha salvado a países como Ecuador y El Salvador de terminar en situaciones como las de Venezuela.
Los tres países latinoamericanos oficialmente dolarizados como Ecuador, El Salvador y Panamá han logrado mantenerse a flote gracias al uso del dólar como moneda oficial.
En aquellos países donde la moneda local se ha devaluado y la inflación ha subido a niveles difíciles de controlar, la adopción del dólar suena a estabilidad, principalmente porque es la divisa de referencia internacional y el refugio de los inversores.
Aunque son tres las economías dolarizadas de manera oficial, países como Venezuela y Argentina han transitado por un proceso que se conoce como «dolarización espontánea», donde el billete verde es, en la práctica, mucho más confiable y apreciado por la población que la moneda local.
Cuando la economía ecuatoriana atravesaba una crisis, la dolarización llegó como una carta para salvar al país de la debacle, pues alcanzó una hiperinflación que llegó al 96% con el sucre como moneda nacional.
Una de las ventajas más citadas por los economistas es que la dolarización le ha permitido a los tres países, especialmente a Ecuador y El Salvador, evitar el riesgo de una devaluación profunda y repentina.
«A pesar de tener una de las contracciones económicas más grandes de la región, no tenemos inflación, ni corridas bancarias, ni fuga de capitales», dijo a la revista Semana la economista Gabriela Calderón.
El riesgo de tener moneda propia es que, en aquellos países donde las instituciones son débiles y no está clara la separación de poderes, explica, los gobiernos terminan presionando a los bancos centrales para que impriman más billetes y eso hunde a la moneda local.
«Si Ecuador no hubiera dolarizado estaría más mal», asegura Calderón, porque el dólar ha sido un ancla que evita la inflación y protege los ahorros de las personas.
Y es que una desdolarización podría llevar al país a lo que hoy es la Venezuela socialista.
«Quien venga con sus teorías de una moneda alternativa, nos está diciendo que propone una alta inflación, devaluaciones grandes y constantes, y la incertidumbre que vive hoy la economía venezolana”, dijo el candidato presidencial Lasso en una entrevista para la agencia de noticias EFE , en relación con la posibilidad de que un próximo presidente de la República decida desdolarizar.
“Una economía dolarizada es como un avión con dos motores: uno simboliza la economía pública y el otro la privada. Hay que administrar el motor del Estado para que solucione sus problemas sin necesidad de restarle competitividad al privado, como hace hoy”, explicó.