Los polémicos “petrovideos” volvieron al centro del cuadrilátero político en Colombia, por cuenta de una investigación periodística que apunta a que –supuestamente– fueron el producto de un espionaje realizado por policías.
La situación parte de la presuntas filtraciones ilegales realizadas a la campaña política de Gustavo Petro en el primer semestre de 2022, cuando aspiraba a convertirse en Jefe de Estado.
En ese entonces, varias reuniones virtuales de su círculo más cercano fueron grabadas a distancia, accediendo a los equipos de cómputo con programas informáticos.
Luego esas grabaciones, en adelante conocidas como “los petrovideos”, fueron filtradas a la prensa, y así la opinión pública se enteró de algunas estrategias contempladas por la campaña para neutralizar a sus contendores, entre ellas la viralización de noticias falsas promovida por Sebastián Guanumen, uno de los estrategas del Pacto Histórico y quien ahora está en fila para ser designado como cónsul en Chile.
De acuerdo con una investigación de Noticias Uno, publicada esta semana, el espionaje habría sido realizado por cuatro agentes de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), quienes estaban destacados en una sala de monitoreo en Amsterdam, Países Bajos, con la misión de vigilar las comunicaciones de supuestos delincuentes.
Esta operación, al parecer, fue omitida en el informe de empalme entre el Ministerio de Defensa saliente del gobierno de Iván Duque, y el entrante de Petro, a finales del año pasado.
Una vez se publicó la noticia, el Primer Mandatario trinó desde su cuenta personal: “De confirmarse esta investigación estaríamos ante un ‘Watergate’. Un gobierno espiando a la oposición, interfiriendo sus comunicaciones y en plena campaña electoral. Pediré a la Fiscalía General una investigación a profundidad de las interceptaciones hechas a mi campaña”.
Fuente: El Colombiano