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El Salvador utilizará energía geotérmica para la demanda de electricidad de la mínería de la criptomoneda

El Salvador, que el pasado 7 de septiembre se convirtió en la primera nación del mundo en reconocer el bitcoin como moneda legal, aunció que producirá energía geotérmica para la demanda de electricidad de la minería de la criptomoneda, una medida que genera polémica en el país tanto a nivel económico como energético.

El Gobierno de Nayib Bukele, en medio de un fuerte escepticismo y advertencias de economistas y organismos financieros internacionales, apostó por el bitcoin y en las primeras seis horas de que la criptomoneda entró en curso legal en su país sufrió un desplome del 19% en el mundo, aunque luego esa baja se achicó a casi la mitad.

Pese a esto, El Salvador redobló la apuesta. Su presidente informó que para generar electricidad para la minería de la criptomoneda se usará la energía geotérmica e instó a la empresa estatal de energía geotérmica renovable LaGeo a construir instalaciones para dotar de electricidad a las granjas mineras.

Es que el territorio de El Salvador está conformado en un 90% por material volcánico, ya que está ubicado sobre el cinturón de fuego del Pacífico, y cuenta con 23 volcanes y 5 campos volcánicos en actividad.

«Esos 204 MW abastecen casi un 25 por ciento del consumo energético total de El Salvador”, sostuvo Carlos Martínez Cruz, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de El Salvador.

«Un equipo minero, por ejemplo, el Antminer S19 Pro, consume unos 3.250 vatios (W). Una granja de bitcoins podría consumir 32,5 MW, un tercio de la capacidad geotérmica de Ahuachapán, por ejemplo», detalló Martínez Cruz.

En el mismo sentido se pronunció Álvaro Trigueros, director del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES). «De acuerdo a la capacidad instalada de energía en El Salvador, la producción nacional de electricidad es deficitaria. El 19,9 por ciento de la energía consumida se tiene que importar», reveló.

«Dado que el país no es autosuficiente, si el bitcoin fuera minado en El Salvador, se provocaría un incremento desmedido de la demanda de electricidad y el país se vería obligado a importar más», señaló.

Por último se refirió al impacto ambiental. «Produce cerca de 90,2 toneladas métricas de dióxido de carbono en el mundo, lo que equivale a la emisión de CO2 de países como Bélgica o Chile», sentenció.

No obstante, Bukele aseguró que sus ingenieros descubrieron un nuevo pozo geotérmico que producirá unos 95 MW, que permitirá minar la criptomoneda con energía ‘100 por cien limpia’.

La Asamblea Legislativa aprobó en junio la ley bitcoin y a fines de agosto avaló un fideicomiso de 150 millones de dólares para garantizar la «convertibilidad automática».

La ley establece que el bitcoin «tendrá un poder libertario ilimitado en cualquier transacción», que el tipo de cambio entre la criptomoneda y el dólar «será establecido libremente por el mercado» y además obliga a «aceptarla como forma de pago» en todos lados, algo que aún no convence a los casi 6.500.000 de habitantes del país centroamericano.