El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, justificó el fin del estado de emergencia en vigor desde el 3 de febrero de 2020 debido al coronavirus «debido a que el número de muertos y contagios disminuyó drásticamente», pero aclaró que eso «no supone que la pandemia acabó, porque el virus sigue circulando».
«La decisión reconoce lo que vivimos en Brasil actualmente», enfatizó Queiroga en una rueda de prensa, tras informar la revocación del estado de emergencia sanitaria, una medida similar a la que Uruguay adoptó el pasado 5 de abril.
El ministro subrayó que «no se está ni terminando con la pandemia ni tampoco alterando la calificación», ya que eso le corresponde a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Pero los países son soberanos para tomar sus propias decisiones, según sus propias situaciones», agregó.
En el caso de Brasil, Queiroga afirmó: «La decisión reconoce lo que vivimos en este momento, con la sostenida caída de los números de contagios y de muertos que se observa desde hace más de dos meses, una vez que fue superada la última y virulenta ola, causada por la variante ómicron».
El coronavirus en números
Brasil registró 18 decesos por covid-19 en las últimas 24 horas, lo cual supuso la cifra más baja desde el 29 de marzo de 2020, y sumó menos de 2.500 nuevas infecciones, después de que a inicios de este año llegó cerca de los 300.000 nuevos casos por día.
A pesar del nuevo escenario, Brasil se mantiene, con 662.207 muertes y 30.261.088 de casos, por detrás de Estados Unidos (82.340.588) e India (43.045.421), como el tercer país más afectado en el mundo por la pandemia, de acuerdo con los últimos datos oficiales difundidos hace 24 horas.
Queiroga celebró la mejoría de las últimas semanas y la atribuyó sobre todo a la respuesta de la sociedad al plan de inmunización, así como al hecho de que más del 75 % de los 213 millones de brasileños cuenten ya con la pauta completa de vacunación.
De todos modos, el ministro remarcó que el covid-19 «no acabó ni va a acabar en los próximos tiempos» y advirtió que serán «mantenidas tanto todas las políticas públicas que han permitido reforzar el sistema de sanidad del país, como que continuará el programa de vacunación».
Asimismo, garantizó que el sistema de sanidad «se mantendrá en alerta y seguirá preparado para un eventual agravamiento de la situación», pese a que esa posibilidad es considerada muy remota por las autoridades.
Con la continua mejora del escenario sanitario, en los últimos meses también cayeron gradualmente todas las restricciones que los Gobiernos regionales y municipales impusieron, entre las cuales figuraba la obligatoriedad del uso de mascarillas, que ya finalizó en todo el país, tanto al aire libre como en espacios cerrados.
Vuelven los carnavales
«Estamos muy tranquilos, poco a poco volveremos a la normalidad», enfatizó Queiroga, quien hasta destacó que esta misma semana serán celebrados los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro, las fiestas multitudinarias que fueron canceladas en 2021 y en febrero pasado debido a la situación sanitaria.
«En Carnaval se usan máscaras, pero no las que se han usado por causa de la pandemia», manifestó Queiroga, quien apuntó que el hecho de que hayan sido autorizados los desfiles de las escuelas de samba que reúnen a decenas de miles de personas es uno de los indicativos de que Brasil «tiene un escenario epidemiológico equilibrado».
El presidente Jair Bolsonaro, quien desde el propio inicio de la crisis minimizó la gravedad de la pandemia, no se pronunció, al menos en forma inmediata, sobre el fin de la emergencia sanitaria, aunque ya desde marzo pasado adelantó que se anunciaría en abril, tal como ocurrió.
«Gracias a la mejora del escenario epidemiológico, la amplia cobertura de vacunación de la población y la capacidad de asistencia del SUS (NDLR: el sistema público de salud), tenemos condiciones para anunciar hoy el fin de la emergencia de salud pública», reiteró Queiroga por cadena nacional, informó la agencia de noticias AFP.
El «estado de emergencia en la salud pública» fue decretado el 3 de febrero de 2020, antes de que se confirmara el primer caso en el país, y permitió la adopción de cientos de normativas para hacer frente a la pandemia que ahora serán derogadas gradualmente, indicó el ministro sobre el carácter burocrático de la nueva resolución.