En un partido reñido en el estadio Arthur Ashe de Flushing, Nueva York, el español se impuso 6-4, 2-6, 7-6 (7-1), 6-3 al noruego, que jugaba su segunda final de Grand Slam pero todavía le es esquivo el título.
“Esto es algo con lo que he soñado desde que era un niño. Ser el número 1 del mundo, ser un campeón», comentó Alcaraz, y dijo que pensó en algunos miembros de su familia que no pudieron asistir para verlo jugar.
«Yo siempre digo que no es momento de cansarse en la ronda final del Grand Slam, hay que dar todo lo que se tiene dentro», afirmó.
El joven de 19 años disputó tres partidos consecutivos a cinco sets en su camino a la final, incluyendo el segundo partido más largo de la historia del US Open, cuando derrotó a Jannik Sinner a las 2:50 de la madrugada en los cuartos de final.
Alcaraz se convierte en el ganador de un Grand Slam individual masculino más joven desde que su compatriota Rafael Nadal ganó el primero de sus títulos de Grand Slam en junio de 2005.
Además, es ahora el número 1 más joven de la historia de la clasificación de la ATP, un galardón que ostentaba Lleyton Hewitt, que alcanzó el primer puesto a los 20 años en 2001.
Ruud, por su parte, dijo que seguirá persiguiendo el puesto No. 1.
«Hoy fue un día especial, tanto Carlos como yo sabíamos qué nos jugábamos y sabíamos lo que estaba en juego», afirmó Ruud. «Estoy decepcionado, por supuesto, de no ser el No. 1, pero el No. 2 tampoco es tan malo».
A lo largo del US Open, el español cautivó a las multitudes con su velocidad, atletismo y tiros increíbles. Esta última victoria podría ser la primera de muchos títulos de Grand Slam a lo largo de su carrera.
Un especialista en tierra batida, Alcaraz ha sido comparado con el 22 veces campeón de Grand Slam Nadal y es solo el segundo jugador en la Era Abierta en llegar a la final del US Open en su adolescencia después de Pete Sampras.