El cubrebocas al aire libre deja de ser obligatorio en el estado Río de Janeiro

También se permitirá la reapertura de clubes nocturnos y salas de conciertos, con un aforo de hasta el 50% de su capacidad.

El estado brasileño Río de Janeiro dispuso que ya no es obligatorio el uso de cubrebocas al aire libre, ante al avance de la vacunación contra el Covid-19, según anunció el gobernador Claudio Castro, que consideró al nuevo paso como «una victoria para todos» contra la pandemia.

«Los cubrebocas sí seguirán siendo obligatorios en lugares públicos con espacios cerrados, gracias al avance de la vacunación y también por el bajo índice de transmisión», explicó Castro.

«Vamos a flexibilizar el uso de máscaras en espacios abiertos y eso es motivo de celebración; después de más de un año y medio del decreto de calamidad pública debido a la pandemia, esta medida representa una importante victoria para todos», escribió el gobernador en su cuenta de la red Twitter.

De esta manera, Río se adelantó a Brasilia, donde el tapabocas dejará de ser obligatorio en espacios externos desde el 3 de noviembre, y a San Pablo, donde la medida va en camino de ser adoptada, pero aún sin fecha.

Además, se permitirá la reapertura de clubes nocturnos y salas de conciertos, con un aforo de hasta el 50% de su capacidad.

Previamente, Río de Janeiro, la capital turística de Brasil, liberó el lunes 18 la ocupación máxima como en la época prepandemia de teatros, cines, shoppings, ferias y convenciones y otros ambientes cerrados, aunque con la obligatoriedad del uso de tapabocas, según un decreto del intendente Eduardo Paes.

Desde agosto, esos espacios venían funcionando con aforo del 70%, pero la decisión forma parte de una planificación de la llamada «ciudad maravillosa» de cara a la apertura total, con festejos de Año Nuevo y la preparación del Carnaval, considerado el evento masivo más importante del país.

Sí se exige el comprobante de vacunación para ingresar a algunos lugares como sitios turísticos, gimnasios o cines, aunque no en bares y restaurantes.

Más de 68.000 personas murieron por coronavirus en el estado de Río de Janeiro, que tiene una tasa de mortalidad de 394 por cada 100 mil habitantes, muy superior que la media nacional (288 por cada 100 mil habitantes).

Sin embargo, el número diario de muertes cayó drásticamente en las últimas semanas debido al avance de la inmunización en ese estado de 17,4 millones de habitantes.