El brote desatado primero por la variante delta y actualmente por ómicron parece no tener fin en Estados Unidos, donde el promedio semanal de casos marcó un récord con 265.427 contagios, lo que obligó a suspender festejos masivos y estresó al sistema hospitalario en varias partes del país más afectado del mundo por la pandemia de coronavirus.
En Estados Unidos, un 73% tiene una sola dosis, menos de un 62% las dos y apenas un 20% las tres, pese a que el Gobierno de Joe Biden llama todas las semanas a vacunarse para frenar esta nueva ola que ya nadie duda superará en número de contagios, al menos, a la de principio de año, cuando el pico del promedio semanal fue de 252.000.
Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de Estados Unidos y asesor del Ejecutivo en materia de coronavirus, recomendó hoy «encarecidamente» que no se celebren grandes fiestas de Fin de Año.
«¿Deberías cambiar o cancelar tus planes?», se preguntó Fauci en la sesión informativa de la Casa Blanca.
«Si tus planes son ir a una fiesta de Nochevieja de 40 a 50 personas con todos abrazándose, besándose y deseándose un feliz año nuevo, recomiendo encarecidamente que este año no hagamos eso», reclamó el funcionario.
Fauci advirtió que, si bien «todos los indicios apuntan a una menor gravedad de ómicron frente a delta, no debemos volvernos complacientes, ya que nuestro sistema hospitalario aún podría estar estresado en ciertas áreas».
De los 5,4 millones de personas que murieron a causa de la enfermedad en todo el mundo, más de 821.000 son estadounidenses, según datos en tiempo real compilados por el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
A su vez, Estados Unidos suma 53.3 millones de casos, por lo que continúa siendo la nación más golpeada del planeta, por encima de India y Brasil.
Aproximadamente el 61,9% de la población de Estados Unidos está completamente vacunada.
Al inicio del brote, la variante dominante era la delta, pero ya ómicron representa el 58,6% de los nuevos casos, según cifras oficiales.
El avance del virus afecta a muchos estados, pero California se convirtió en el primero en superar los cinco millones de contagios, de acuerdo con los datos brindados por las autoridades locales.
En este contexto, la ciudad californiana de San Francisco canceló el espectáculo de fuegos artificiales de Año Nuevo.
La rápida propagación de ómicron, la más contagiosa hasta el momento, causó que muchos hospitales estadounidenses llegaran a picos históricos de asistencia.
Los estados de Michigan, Vermont, Maine y New Hampshire alcanzaron su máximo histórico de hospitalizaciones este mes, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Otras regiones como Washington, Ohio, Indiana y Delaware también experimentan cifras de internaciones cercanas a los mayores índices desde que comenzó la pandemia.
Estados Unidos redujo a 5 días la cuarentena para los asintomáticos de Covid-19
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos redujeron a la mitad el tiempo de cuarentena recomendado para las personas positivas de Covid-19, de 10 a 5 días para las personas asintomáticas y de 14 a 5 para los casos de contacto con no vacunados
El Gobierno de Biden limitó la duración de las cuarentenas con la esperanza de disminuir el ausentismo laboral ante el aumento exponencial de los casos de Covid-19, que obligó a la suspensión de vuelos, el cierre de restaurantes y la cancelación de espectáculos, una medida que el mundo económico acogió de forma diversa.
La iniciativa fue bien recibida por las empresas, en particular las aerolíneas y los propietarios de restaurantes, pero fue criticada por los sindicatos, que temen un aumento de las presiones sobre los trabajadores para que retornen a sus puestos, y por varios médicos especialistas.
Las autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) justificaron las medidas con el argumento de que la mayoría de las infecciones ocurren en los dos días previos y tres posteriores al inicio de los síntomas.
«No todos esos casos van a ser graves. De hecho, muchos serán asintomáticos. Queremos cerciorarnos de que contamos con un mecanismo con el cual podamos mantener en funcionamiento a la sociedad de manera segura y al mismo tiempo apegarnos a la ciencia», explicó la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky.
Louis Mansky, director del Instituto de Virología Molecular en la Universidad de Minnesota, concordó con que existen bases científicas en las recomendaciones de los CDC.
«Cuando alguien se infecta, ¿cuándo tienen la mayor posibilidad de transmitir el virus a otra persona? -preguntó- Generalmente, es en las primeras etapas de la enfermedad, que suelen ser el primero o segundo día antes de que presenten síntomas y luego un par o tres días más después de eso», justificó.
Y en todo esto también talla el efecto psicológico, ya que la gente mostró signos de preocupación ante la posibilidad de un nuevo confinamiento.
Las nuevas reglas eliminan esa perspectiva, empujando a las personas a seguir adelante con sus vidas más rápido, opinaron varios analistas.
Todavía es demasiado pronto para cuantificar con precisión el impacto de ómicron, especialmente porque la temporada de vacaciones tiende a confundir los indicadores.
De todas maneras, la reducción del período de cuarentena aliviará al menos temporalmente los problemas de escasez de mano de obra.
Sin embargo, esto no hará que desaparezcan los problemas existentes, como las dificultades en la cadena de suministro fuera de Estados Unidos, la baja tasa de participación en el mercado laboral o el fin de las ayudas gubernamentales.
Por último, el doctor Eric Topol, fundador y director del Scripps Research Translational Institute, señaló: «Es una franca imprudencia proceder así. Realizar una prueba rápida o algún tipo de examen para verificar que la persona no es infecciosa, es vital. No estoy de acuerdo con lo que decidieron las autoridades sanitarias», concluyó.