Haití_Moïse

Ex militar colombiano se declaró inocente por el crimen de Jovenel Moïse

El ex militar colombiano Mario Palacios, acusado en Estados Unidos por su presunta participación en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, se declaró no culpable ante una corte federal de Miami, en Florida.

Palacios, de 43 años, está acusado de participar «en un complot para secuestrar o asesinar a Moïse«, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

La Fiscalía lo considera sospechoso de integrar el comando que el 7 de julio del año pasado copó la residencia del mandatario, lo mató e hirió a su esposa, Martine Moïse, quien simuló su muerte para salvar su vida.

Palacios fue detenido el 3 de enero pasado en Panamá, durante una escala en un vuelo procedente de Jamaica, y fue extraditado a Estados Unidos.

La ley estadounidense se aplica -en este caso- porque parte del plan para asesinar a Moïse fue organizado supuestamente en Florida por ciudadanos haitianos-estadounidenses, según fuentes oficiales.

Palacios se declaró «no culpable» tras escuchar los cargos en su contra, según las agencias AFP y Europa Press.

Otro sospechoso en el asesinato de Moïse, el haitiano-chileno Rodolphe Jaar, de 49 años, quien fue inculpado el 20 de enero en Miami por los mismos cargos que Palacios.

A Jaar, República Dominicana lo extraditó a Estados Unidos tras detenerlo el 7 de enero pasado en su territorio.

Más de 40 personas, entre ellas 15 colombianos y estadounidenses de origen haitiano, fueron detenidas en la investigación, que aún así no alcanzó a resolver la autoría intelectual del magnicidio.

El presidente de Haití fue asesinado por la mafia que opera en su país

Jovenel Moïse fue asesinado el pasado 7 de julio cuando iba a enviar a Estados Unidos una lista con los nombres de políticos y empresarios implicados en el narcotráfico y en la venta de armas en su país.

Moïse, de 53 años, tenía el propósito de entregar esa nómina al Gobierno de Joe Biden, según cuatro funcionarios haitianos que participaron de la redacción de ese documento.

Y esa pista pareció confirmada por las declaraciones de algunas de las personas arrestadas por haber participado del magnicidio.

Algunos de esos sospechosos confesaron que recuperar la lista era la prioridad absoluta de quienes encargaron el ataque al entonces mandatario, según tres altos funcionarios haitianos con acceso a la investigación oficial del crimen.

De hecho los asesinos de Moïse se llevaron varios documentos de su habitación después de matarlo y dejar gravemente herida a su esposa, Martine Moïse, quien fingió estar muerta para salvar su vida.

Una figura central en la lista era Charles Saint-Rémy, conocido como «Kiko», dijeron dos de los funcionarios haitianos encargados de ayudar a redactar el expediente.

Para la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, en inglés), Saint-Rémy, un hombre de negocios haitiano, es sospechoso desde hace tiempo de estar involucrado en el tráfico de drogas.

Además, es cuñado del ex presidente Michel Martelly, quien sacó a Moïse de la oscuridad política y lo eligió como su sucesor.

Martelly, quien está contemplando la posibilidad de volver a presentarse a la Presidencia, y Saint-Rémy tenían una enorme influencia en el gobierno de Moïse.

Ambos incluso decidían desde quién obtenía contratos públicos hasta qué ministros del gabinete eran nombrados, según funcionarios haitianos.

Moïse murió baleado en su residencia el 7 de julio último, sin que intervinieran los guardias presidenciales, a manos de un comando integrado por militares y policías locales y extranjeros.

Por el caso, una veintena de ex militares colombianos se encuentran en prisión, y a mediados de noviembre autoridades de Turquía arrestaron al empresario Samir Handal, acusado de ser uno de los cabecillas del magnicidio.