El Gobierno italiano decidió establecer la vacunación obligatoria contra el coronavirus a todas las personas que tengan más de 50 años, horas después de haber registrado casi 200.000 casos diarios, un nuevo récord desde el inicio de la pandemia.
«Para proteger la salud pública y mantener condiciones de seguridad adecuadas en la prestación de servicios de atención y asistencia», el premier Mario Draghi decretó la vacunación obligatoria a todos los residentes en Italia que hayan cumplido 50 años, tras tres horas de reunión con su gabinete.
El decreto dispone la obligación hasta el 15 de junio, pero los casos de «peligro comprobado para la salud, certificado por el médico de cabecera o por el vacunador», están exentos.
Según la norma, las personas de ese rango etario deberán exhibir además un «pase verde reforzado para ir a trabajar», lo que en la práctica supone la obligatoriedad de vacunación o presentar un certificado de recuperación de la enfermedad.
«La elección que estamos tomando es restringir al máximo el área de no vacunados, porque es la que genera una carga de salud en nuestros sistemas hospitalarios», explicó el ministro de Salud, Roberto Speranza.
La decisión se dio horas después de que se registraran 189.109 casos de coronavirus, un nuevo máximo desde el inicio de la pandemia, y 231 muertes.
Italia ha reportado hasta el momento 6.756.035 de contagios y 138.276 fallecidos.
El avance de ómicron
Desde el lunes, diez de las veinte regiones italianas quedaron catalogadas como «zona amarilla o de riesgo medio» ante la propagación de la variante ómicron de coronavirus.
Desde fines de 2020, el uso de tapaboca al aire libre es obligatorio en las regiones en «zona amarilla», más allá de que en diciembre pasado el Gobierno dispuso la obligatoriedad en todo el territorio al menos hasta el 31 de enero.
También desde el 10 de enero, en ese marco, el país entrará en una especie de toque de queda de hecho para los no vacunados, ya que solo las personas inmunizadas o recuperadas de la enfermedad podrán viajar en transporte público, consumir en restaurantes o alojarse en hoteles.