Miami se convirtió en el Silicon Valley del ecosistema emprendedor latinoamericano, ya que ofrece mejores incentivos, mayor estabilidad y grandes oportunidades para expandirse en el gigante mercado estadounidense.
La inestabilidad política y la pandemia de coronavirus aceleraron esta migración en desmedro de los ecosistemas locales que, ante la fuga de talento e inversión, enfrentarán mayores retos para desarrollarse en los próximos años.
Cotalker, una startup chilena creada en 2016 que desarrolló una plataforma que digitaliza y automatiza procesos de las operaciones de grandes y medianas empresas a través de tecnología low code, finalmente cumplió la visión de sus fundadores Nicolás Durán y Edward Alvarado al trasladar su headquarter a Miami.
«Nuestra visión como founders era estar en Estados Unidos. Hemos vivido allá y es un milestone que logramos alcanzar, está en nuestro ADN», señaló Nicolás Durán.
«Nos dimos cuenta de que los casos de éxito que habíamos ejecutado en Latinoamérica, principalmente en Chile, en la industria de estaciones de servicios, puertos y bancos, podíamos replicarlos en Estados Unidos, donde todo se multiplica por 100 o por 1.000 e ir por un camino donde la empresa pueda ser global y, en términos de crecimiento, apuntar a ser una gran compañía», agregó.
Pero Miami no solo es la nueva base de operaciones de Cotalker, sino también fue la ciudad donde en noviembre pasado logró levantar US$ 3,2 millones de firmas de venture capital de origen latinoamericano, algunas de ellas ya instaladas y con oficina propia en la urbe de Florida, como Génesis Ventures.
El VC chileno que maneja cuatro fondos y cuenta con oficinas en Santiago, Reino Unido e Israel, recientemente abrió una en Miami y lanzó el nuevo fondo Excel Ventures de US$ 100 millones, teniendo como targets a empresas con rondas de Serie A+ (es decir, entrando a la propiedad de las firmas y buscando asociarse con otras empresas más grandes del sector) con sede en Latinoamérica y que quieran expandirse en Estados Unidos o viceversa.
«Hay una ola de family offices que se está yendo muy rápidamente desde Chile, Perú y Colombia y su destino lógico es Miami por el idioma y por la cultura. Por el lado del cashflow, hay mucha gente de nuestros países que se está viniendo para acá. La cantidad de cuentas corrientes en dólares que han abierto chilenos acá ha sido un boom. Los inversionistas quieren sacar su plata de Chile o de Latinoamérica básicamente porque ven esta incertidumbre política que se vive actualmente», detalló Andrés Meirovich, managing partner de Génesis Ventures.
Además de este VC, existen cuatro chilenos más que ya han instalado oficinas en Miami: Fen Ventures, Taram Capital, Manutara Ventures y Patio Ventures.
«El inversionista latino está buscando esconderse en dólares en Miami, entonces los fondos tienen que instalarse acá. Ellos buscan una jurisdicción de fondos que realmente sea estable con buenos incentivos de impuestos y eso lo tiene Estados Unidos», explicó Meirovich.
La llegada de startups y fondos de capital de riesgo a Miami arrastró a otros actores del ecosistema latinoamericano.
Es el caso del estudio de abogados Carey, también de Chile, que en octubre pasado instaló una oficina en la capital de Florida enfocada en el venture capital que busca invertir en emprendimientos en etapas tempranas y con alto potencial de escalamiento.
«En Miami se está generando un foco importante en torno a las inversiones y las startups. La ciudad se está convirtiendo en un Silicon Valley latinoamericano, por lo tanto, estar acá es una buena oportunidad», resumió Jaime Carey, administrador de Carey.
En los últimos años, la llegada de grandes VC globales y el surgimiento de cientos de startups hicieron que el hub de innovación de Miami sea uno de los de más rápido crecimiento, en parte, gracias a diversos incentivos y la gran promoción que el alcalde de la ciudad, el cubanoamericano Francis Suárez, emprendió en los dos últimos años.
Esto se intensificó después de que Delian Asparouhov, director de la firma de venture capital Founders Fund, tuiteara en diciembre de 2020 «¿Y si mudamos Silicon Valley a Miami?», a lo que el alcalde respondió «¿Cómo puedo ayudar?». El tuit se viralizó y atrajo 15.000 nuevos seguidores para Suárez, entre ellos el fundador de Twitter, Jack Dorsey.
Más allá de que Suárez anunció que quiere hacer de Miami la capital mundial del bitcoin, lo que más atrae a startups y fondos de capital de riesgo es su baja tasa impositiva, que hizo que muchas firmas tecnológicas abandonen Nueva York y San Francisco y migren a esta ciudad costera.
La tasa de impuestos a sociedades combinadas -estatal y federal- en Florida es de aproximadamente de un 24,5%, mientras que en California es de un 28% y en Nueva York de algo más de 26%.
Así, la llegada a Miami de grandes jugadores del mundo VC no ha hecho más que alimentar el objetivo de convertir a la ciudad en el nuevo epicentro de las startups en Estados Unidos.