La inflación en el conjunto de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanzó el nivel más alto de los últimos 31 años durante febrero último, en los primeros días de la guerra en Ucrania, consignó hoy el organismo con sede en París.
La inflación en el bloque de 38 estados alcanzó un promedio de 7,7% anual, una cifra que no se veía desde diciembre de 1990 y una aceleración respecto al 7,2% registrado en enero último y el 1,7% de febrero de 2021.
Se espera que la cifra continúe repuntando en el próximo indicador de marzo dado a que los índices preliminares de países como España, Alemania, Italia y la Eurozona en su conjunto ya presentaron nuevos máximos para dicho mes, a causa de los incrementos en los precios de la energía y los alimentos.
“Mientras que la energía continuó impulsando a la inflación en la mayoría de los países de la OCDE, los alimentos también presentaron un incremento notable”, subrayó el organismo en un comunicado acerca de los productos que motorizaron los precios.
Es tal el peso de dichos componentes que si se quitaran a ambos, la denominada inflación “subyacente” sería de 5,5%; una cifra que, de todas formas, presentó un alza respecto al 5,1% de enero.
En tanto, en los países del G20, según el informe, la inflación promedio subió de 6,5% en enero al 6,8% en febrero.
Por su parte, si se reduce la lista de países a aquellos que forman parte del G7, también se registró una aceleración de los precios en todos sus miembros con Estados Unidos registrando un 7,9%, récord desde enero de 1982 y por encima del promedio de la organización.
En el grupo de los siete, Italia y Francia -países con fuertes incrementos en el valor de la energía- lideraron el repunte con 9 y 8 décimas más respecto de enero, mientras que Alemania se ubicó en el último lugar con dos décimas.
Si se toman únicamente a la energía y los alimentos, ambas categorías registraron en febrero subas del 26,6% y del 8,6% anual, respectivamente, en el conjunto de países de la OCDE, frente al 26,2% y 7,5% del mes anterior.
Las mayores alzas de la energía fueron en Bélgica (61%), Países Bajos (56,5%) e Italia (46,4%), mientras que en el caso de los alimentos las principales subas se situaron en Turquía (64,5%), Colombia (23,3%) y Lituania (14,7%).
Entre las potencias, la energía llegó a alcanzar subas del 22,5% en Alemania, 21,6% en Francia, 22,7% en Reino Unido y 25,6% en Estados Unidos.
Los precios de este commodity, por ejemplo, contribuyeron al 4,8% del 7,6% de inflación en España, y 3,8% del 5,7% en Italia.
Entre los miembros de la organización, los mayores índices fueron para Turquía (54,4% anual) y Lituania (14,2%), mientras que Japón (0,9%) y Suiza (2,2%) son los países con menor inflación.
Es tal el alza en Turquía, que la OCDE aclaró que el índice general hubiera sido del 6,3% y no del 7,7%; si se excluyera el número de dicho país.
El repunte generalizado de los precios es aún más notorio si se los compara con 2020, año donde las economías se vieron afectadas por la pandemia de coronavirus.
En ese entonces, la inflación general de la OCDE acumuló solo 1,4%, con los alimentos subiendo 3,4% y la energía retrocediendo 6,5%.