El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha asegurado que la movilización parcial de reservistas que decretó el pasado 21 de septiembre quedará completada en “aproximadamente en unas dos semanas” y que no prevé ampliarla.
“Un total de 222.000 personas de 300.000 ya han sido movilizadas” y “todas las actividades de movilización concluirán en aproximadamente dos semanas”, ha dicho Putin en rueda de prensa al término de dos días de cumbres regionales en la capital kazaja. Actualmente 33.000 de los 222.000 movilizados se encuentran en unidades militares formativas y 16.000 en destacamentos que ya cumplen misiones de combate, según las autoridades rusas.
Según esta versión de Putin, el Ministerio de Defensa inicialmente propuso un número menor, no 300.000 personas. “No se planea nada adicional. El Ministerio de Defensa no ha propuesto nada en ese sentido y en un futuro previsible no veo ninguna necesidad”, ha dicho.
La oficina de alistamiento de la región de Cheliábinks ha confirmado a la agencia rusa TASS la muerte de cinco movilizados, de los que, según el servicio ruso de la BBC, que cita testimonios de familiares, ninguno recibió entrenamiento militar antes de ser enviado al frente en Ucrania. Sobre estas denuncias de que los movilizados son enviados al frente sin ninguna preparación militar, Putin ha afirmado que el Consejo de Seguridad realizará una inspección sobre cómo reciben instrucción los ciudadanos movilizados.
Putin también ha advertido de que un posible “enfrentamiento directo” entre Rusia y la OTAN en territorio de Ucrania provocaría una “catástrofe global”. “La participación de cualquier fuerza militar en un contacto directo, en un enfrentamiento directo con el Ejército ruso, es un paso muy peligroso que puede llevar a una catástrofe global”, ha añadido.
En respuesta al posible despliegue de tropas aliadas en el país vecino, Putin ha expresado su confianza en que impere “el sentido común” entre aquellos que abogan por esa opción.
