Un total de «casi 500 civiles» pudieron ser evacuados estos últimos días de la ciudad portuaria de Mariúpol, asediada y bombardeada por las tropas rusas, informaron hoy las autoridades ucranianas, sin precisar si se refería a las personas que se encontraban en la planta industrial de Azovstal, único foco de resistencia en la ciudad sureña.
No obstante, el operativo continuó este viernes en ese complejo metalúrgico, donde el batallón Azov acusó a las fuerzas rusas de disparar contra uno de los vehículos que participaban en la evacuación de civiles y matar a un soldado.
«Durante el alto el fuego en la zona de la fábrica Azovstal, un vehículo fue tomado por blanco por los rusos con un misil antitanque guiado. El automóvil se dirigía hacia los civiles para evacuarlos», sostuvo a través de Telegram este batallón, encargado de la defensa de la acería.
«Un combatiente murió y otros seis resultaron heridos. El enemigo sigue violando todos los acuerdos y no respeta las garantías de seguridad de las evacuaciones de civiles», agregó en un escueto mensaje.
Horas antes, las autoridades ucranianas afirmaron: «Estamos haciendo todo lo posible para salvar a todos los civiles y militares que se encuentran en esa zona industrial».
«Hemos conseguido evacuar a casi 500 civiles», indicó en Telegram el jefe de la administración presidencial, Andri Yermak.
Las evacuaciones, auspiciadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), comenzaron el pasado fin de semana y seguirán hoy , informó la viceprimera ministro Irina Vereshchuk, consignó la agencia de noticias AFP.
«Hoy (viernes) nos concentramos en Azovstal», puntualizó Vereshchuk. «La operación está comenzando en este momento. Recemos para que tenga éxito», agregó.
Azovstal es una inmensa planta metalúrgica llena de pasadizos subterráneos en la que están atrincherados desde hace semanas los últimos combatientes que resisten a las fuerzas rusas en esta ciudad del sur de la región del Donbass, clave para las ambiciones de Rusia en Ucrania.
El Ministerio ucraniano de Defensa aseguró que el ejército ruso sigue su ofensiva «con el objetivo de tomar el control de la fábrica», pese al alto el fuego unilateral de tres días que se anunció el miércoles por la noche y que expira el sábado.
La ONU, junto con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), señaló ayer que envió un nuevo convoy a Azovstal, donde hay unos 200 civiles y varios centenares de militares, algunos de ellos heridos.
El Ministerio de Reintegración de Ucrania instó también este viernes a la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) «a formar una misión de evacuación para rescatar a los defensores de Azovstal», según un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.
En tanto, Denis Prokopenko, uno de los militares ucranianos atrincherados en la acería, le confesó por teléfono a su esposa Katerina que junto con sus compañeros van «a resistir hasta el final».
«No se rendirán», reveló anoche Katerina, después de hablar con su esposo, un líder de los defensores de la planta siderúrgica, según recogió la prensa ucraniana.
El Estado Mayor del ejército ucraniano manifestó hoy que «continúa el bloqueo de las unidades de las fuerzas de defensa en el área de Azovstal» y que los rusos, con el apoyo de la aviación, «reanudaron las operaciones de asalto para tomar el control de la planta».
El Kremlin negó que sus tropas estuvieran asaltando la planta, exigió la rendición de los ucranianos y señaló que son los propios militares atrincherados los que impiden que los civiles puedan salir.
Unos 2.000 combatientes ucranianos, según la estimación más reciente de Rusia, estaban escondidos en los túneles y búnkeres debajo de la acería, acompañados por los civiles.
«Hay muchos (combatientes) heridos, pero no se rinden», indicó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ayer en su video nocturno, en el que agregó: «Están manteniendo sus posiciones».
«¡Imagínense este infierno! Y hay niños allí», subrayó y luego enfatizó: «Más de dos meses de constantes bombardeos, bombardeos, constantes muertes».
Por otra parte, señales de tránsito en ruso fueron instaladas en los alrededores de Mariúpol en sustitución de las que estaban escritas en ucraniano e inglés, anunciaron este viernes las autoridades separatistas prorrusas de la región.
Salvo la asediada planta industrial, el resto de la ciudad y sus alrededores están en manos de las tropas rusas y sus aliados de la autoproclamada república separatista de Donetsk, que no recibió el reconocimiento de la comunidad internacional.
El Ministerio de Transporte de este territorio anunció ayer que estaba sustituyendo las señales en las entradas de los pueblos y ciudades de la región, y publicó fotos de empleados retirando las señales bilingües en ucraniano e inglés y sustituyéndolas por nombres en ruso.