Xiomara Castro acaricia la presidencia de Honduras

La política, de 62 años, está a punto se convertirse en la primera presidenta mujer del país centroamericano.

La opositora Xiomara Castro, del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre), parece encaminada, en su segundo intento, a convertirse en la primera mujer presidenta electa de Honduras, según indicaba la enorme ventaja de casi 20 puntos que llevaba en el escrutinio pese a una fuerte demora del recuento oficial, al punto que la mayoría de sus adversarios y las cámaras empresarias ya la dieron como ganadora.

Dos días después de las elecciones generales, Castro reunía el 53,6% de los votos, lejos del 33,9% del candidato oficialista, Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN), que está en el poder desde hace 12 años, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

En tercer puesto figuraba el aspirante del Partido Liberal, Yani Rosenthal, con apenas un 9,20%.

Otro dato por demás extraño, que se sumaba al curioso retraso en la difusión de los resultados, es que ninguno de los restantes candidatos, otros 14, logró pasar siquiera los 5 mil votos y, en consecuencia, no alcanza el 0,4% de los sufragios.

Ese último parte se basa en el 51.45% de las actas escrutadas, lo que representa 9.411 actas sobre 18.293.

Medios de Tegucigalpa reseñaron que en las presidenciales de 2017 la tendencia cambió repentinamente, después de que el conteo se detuvo durante horas, y el triunfo pasó a manos del presidente Juan Orlando Hernández, aunque fue muy cuestionado. Protestas subsiguientes por sospechas de fraude, y su represión, dejaron entonces una treintena de muertos.

En los números actuales, Libre ganaba, además, 17 de los 18 departamentos y se quedaba con la alcaldía de Tegucigalpa para Jorge Aldana, quien escribió «la capital es Libre» en su cuenta de la red Twitter.

Con estos resultados, aunque la oficialización parezca lejos, la esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya (2006-2009) se convertirá en la primera mujer en gobernar Honduras, luego de otro intento en 2013 y de haber sido candidata a vicepresidenta en 2017.

Las primeras felicitaciones desde el exterior hacia Castro parecen preanunciar un rumbo: expresaron su alegría por el resultado los presidentes de Cuba y Venezuela, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, el Grupo de Puebla, que reúne a dirigentes de la izquierda latinoamericana, y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

«Tiendo la mano a mis opositores porque no tengo enemigos; llamaré a un diálogo con todos los sectores de Honduras», aseguró Castro.

De confirmarse su victoria, la mandataria electa sustituiría a Hernández, quien gobernó por dos períodos consecutivos y culmina su mandato en medio de acusaciones de narcotráfico desde Estados Unidos.

Desde el 27 de enero, a Castro le tocará gobernar un país golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes que en 2020 arrasaron la nación, donde el 59% de sus 10 millones de habitantes vive en la pobreza.

El desempleo pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, en gran parte debido a la pandemia del coronavirus. Todo ello empuja a miles de sus ciudadanos a tratar de migrar irregularmente a Estados Unidos en busca de trabajo.