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Andrés Arauz, partícipe del desprestigio de Ecuador por oscuras relaciones con Irán

Pese a que en 2010 la ONU emitió una alerta a los países para evitar negocios con Irán, Arauz fue partícipe de reuniones con el régimen islámico

El candidato a la presidencia de Ecuador, Andrés Arauz, estuvo detrás de algunos negocios oscuros entre el chavismo, Irán y el testaferro de Nicolás Maduro, Alex Saab, actualmente detenido en Cabo Verde.

Un reportaje del portal Periodismo de Investigación  (PI) reveló que el candidato no solo fue partícipe de la creación del Sucre como moneda internacional – que sirvió para transacciones de lavado de dinero-, sino que además durante su estadía en el Banco Central de Ecuador también participó en negocios con Irán y el testaferro de Maduro.

PI publicó una compleja red en la que participó Arauz en el marco del diseño y operación de una «arquitectura financiera tejida entre Quito, Caracas y Teherán».

Lo curioso es que en 2010 la resolución 1929 de la ONU pedía a los estados adoptar medidas apropiadas para prohibir en sus territorios la apertura de nuevas filiales de bancos iraníes, sucursales o representaciones para evitar contribuir con actividades nucleares; y sin embargo un año después Arauz viajó a Irán para «materializar acuerdos».

Los acuerdos con Irán, no solo incorporaban a bancos venezolanos en calidad de entidades compensadoras, sino que los iraníes querían asegurarse un banco propio en Quito para realizar las transacciones; finalmente esto no se dio pero la iniciativa prende las alarmas sobre las «malas iniciativas» en las que estuvo Arauz dispuesto a participar.

«Los primeros pasos del sueño de Arauz de formar una nueva arquitectura financiera se habían dado: encontró sus socios estratégicos, Venezuela e Irán. Esas acciones resultaron muy caras, generaron que se nos incluya entre los países con deficiencias legales para evitar el lavado de activos en el sistema financiero, entorpeciendo las relaciones comerciales y financieras con los miembros del GAFI, y sobre todo con EE. UU., el enemigo imaginario de Arauz», señala el reportaje.