Chile: se aprueban artículos sobre derechos digitales para la nueva Constitución

La Convención Constitucional de Chile aprobó otros siete artículos que conformarán el proyecto de la nueva Constitución, que dejará atrás la escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en caso de que sea convalidada en un plebiscito previsto para mediados de este año.

Los convencionales dieron luz verde a siete de los 30 artículos del informe que había emitido la Comisión de Sistemas de Conocimiento, entre los que destaca uno que contempla el derecho al acceso universal a la conectividad digital y a las tecnologías de la información y comunicación.

Estos artículos, que recibieron dos tercios de los 154 votos posibles (103 votos), pasarán al borrador de la nueva Constitución, mientras que los rechazados regresarán a la comisión de origen para su modificación.

Otro de los artículos que pasará al borrador de nueva Constitución es el que consagra que «los pueblos y naciones preexistentes tienen el derecho a obtener la repatriación de objetos de cultura y de restos humanos pertenecientes a los pueblos».

También obtuvo dos tercios de los votos un artículo que promueve que «toda persona ofendida o injustamente aludida por un medio de comunicación tiene el derecho a que su aclaración o rectificación sea difundida gratuitamente por el mismo medio», aunque este derecho deberá tener «pleno respeto a la libertad de expresión».

 

La Nueva Constitución

Este es el tercer informe que se revisa en el pleno de la convención, que comenzó a sesionar la semana pasada, luego de que se debatieran los que emitieron las comisiones de Sistemas de Justicia y Formas de Gobierno.

El plazo definitivo para la entrega de la propuesta de Nueva Constitución es el 4 de julio, que posteriormente tendrá que ser aprobada en un plebiscito de salida que se realizará en un plazo máximo de 60 días, durante el mandato de Gabriel Boric, que asumirá la presidencia el 11 de marzo próximo.

De ser aprobado el texto constitucional dejará definitivamente atrás a la actual Constitución, redactada en 1980, durante la dictadura de Pinochet.

Este inédito proceso constitucional, democrático, paritario y con la participación de los pueblos originarios, fue posible tras las movilizaciones y masivas manifestaciones del denominado estallido social de octubre de 2019, que llevaron a un acuerdo con la mayoría de los partidos del oficialismo y oposición para redactar una nueva carta magna.

Las multitudes que tomaron las calles chilenas entonces señalaban a la actual Constitución como origen de la desigualdad y reivindicaban un nuevo modelo de Estado que garantizase la salud pública, la educación universal de calidad o una mejora de las pensiones.

El 25 de octubre de 2020, mediante un plebiscito nacional, se aprobó por casi el 80% la redacción de la nueva Constitución y unos meses después, en mayo de 2021, se eligieron los 155 convencionales que están redactando la nueva carta magna.