Colombia y Chile en problemas para estabilizar la deuda

Los dos países sudamericanos elevaron drásticamente el endeudamiento público para atender la crisis económica y social derivada de la pandemia de coronavirus.

Colombia y Chile tendrán serias dificultades a mediano plazo para estabilizar su deuda, por lo que deberán adoptar medidas fiscales adicionales para reducir sus déficits, sostuvo un alto directivo de la agencia calificadora estadounidense Fitch.

«Los dos países en el mediano plazo van a tener problemas para estabilizar su deuda», advirtió el director de calificaciones soberanas de Fitch para América Latina, Richard Francis, en una conferencia virtual para la región.

El directivo de la agencia además se mostró preocupado por cómo pueden influir las elecciones presidenciales de ambos países en el plano económico.

Chile afrontará las elecciones el 21 de noviembre próximo, mientras que Colombia lo hará el 22 de mayo de 2022

«Los dos países van a tener que hacer más si quieren reducir los déficits», reiteró Francis, tras proyectar que tanto Chile como Colombia tendrán que promover nuevas reformas fiscales para elevar impuestos.

«No vemos que se estabilice en Chile a mediano plazo porque hay muchas presiones sociales para incrementar el gasto», explicó el directivo.

El Gobierno de Sebastián Piñera proyecta un déficit fiscal de un 8,3% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, superior al 7,3% que registró en 2020, con un nivel de deuda bruta actual equivalente a un 37,5% del PIB.

«Volver a redactar la Constitución implica mucho más gasto, muchas de las incertidumbres en Chile se deben a esto», opinó Francis.

Por su parte, la administración de Iván Duque tiene como objetivo un déficit fiscal de un 8,6% para 2021, que disminuiría a un 7% el próximo año.

«En el caso de Colombia va a haber probablemente un incremento de impuestos», explicó Francis.

Si bien se espera una segunda vuelta en las elecciones presidenciales colombianas, uno de los favoritos en las encuestas es el político de izquierda Gustavo Petro, un exguerrillero cuya cercanía con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y sus propuestas de gasto social hacen que se cuestione su disciplina fiscal.

«Sabemos que Petro es una persona muy importante (…) No esperamos un cambio en el marco económico en Colombia, creemos que hay suficientes controles y contrapesos», concluyó.