El Congreso de Estados Unidos llegó a un acuerdo para evitar el default

El trato, alcanzado entre demócratas y republicanos, permitirá a la mayor economía mundial esquivar el fantasma del default el 18 de octubre, fecha en la que el Departamento del Tesoro estadounidense estimaba que el país iba a quedarse sin liquidez.

Senadores estadounidenses, tras varios días de negociaciones, llegaron hoy a un acuerdo para evitar la suspensión de pagos del país, también llamado default, después de que el partido oficialista Demócrata aceptara la oferta del opositor Republicano de aumentar el límite de deuda solo hasta diciembre.

«Hemos llegado a un acuerdo para ampliar el techo de la deuda hasta principios de diciembre, y tenemos la esperanza de que podamos aprobarlo», anunció el neoyorkino Chuck Schumer, jefe de los demócratas en la Cámara Alta.

En tal sentido, también se manifestó el alabamiense Mitch McConnell, líder de la bancada republicana en el Senado, quien señaló que su partido permitirá a los demócratas «una extensión del límite de deuda de emergencia a un monto fijo en dólares para cubrir los niveles de gasto actuales hasta diciembre».

Con este pacto, el país puede aumentar su capacidad de endeudamiento. Esta cantidad máxima de deuda, gestionada por el Congreso, está fijada en algo más de 28 billones de dólares.

McConnell afirmó que la oferta tiene como fin «proteger al pueblo estadounidense de una crisis a corto plazo», de la que -no obstante- responsabilizó a los demócratas.

El presidente Joe Biden, con el plazo final del 18 de octubre cada vez más cerca, empezó a perder su temple e hizo público su irritación no solo con la oposición republicana, sino con el par de demócratas que se negaban a aprobar un aumento del límite del endeudamiento público y también uno de sus principales proyectos económicos, su ambicioso plan de infraestructuras.

La semana pasada, la secretaria del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, le pidió oficialmente al Congreso que aumente el límite de endeudamiento del Gobierno y fue contundente al afirmar que, si esto no pasaba, el país podría entrar en una crisis financiera y una recesión sin precedentes.

Estados Unidos, que, como casi todas las grandes economías, financia el gasto público con créditos, elevó ya varias veces este «techo de la deuda», que es la cantidad que el Congreso autoriza al gobierno federal para contraer deuda, y que por casi un siglo fue un tema que contó con apoyo bipartidista.

La deuda que va a ser pagada por el Gobierno de Biden con el aumento del techo son compromisos ya contraídos por el Estado durante la gestión del republicano Donald Trump.