El incipiente florecer startup de Bolivia

El ecosistema emprendedor del país sudamericano, concentrado en Santa Cruz de la Sierra, «su capital económica», empieza a dar que hablar en la región.

Si bien Bolivia todavía no tiene un posible candidato a unicornio y las incursiones en venture capital son bajas, las startups crecen a un buen ritmo, internacionalizándose y también atrayendo a emprendimientos vecinos que ven una oportunidad en su dinámico entorno.

«Soy ingeniero agrónomo y sé lo que vive un agricultor. Monitorear los campos es labor de casi todos los días y toma mucho tiempo», explicó Víctor López, creador de SOS Agro, un software que permite monitorear en tiempo real distintos parámetros, como temperatura, humedad, pluviometría o viento de forma satelital.

Su startup provee un servicio que puede usarse como plataforma web o como app, con información no solo en la nube de Amazon Web Services (AWS) sino además integrada de imágenes de drones y archivos de imágenes satelitales de acceso público.

SOS Agro, con poco más de un año en el mercado y apenas siete empleados, ya tiene más de 1.300 usuarios, aunque solo 50 abonados de pago, cuenta con partners como John Deere y Bayer Bolivia, entre otros,  y logró financiamiento por US$ 100.000, que le permitirá internacionalizarse.

Según Innova Up, la agencia de innovación dependiente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (CAINCO), existen 155 startups activas en Bolivia, un número casi idéntico a las 151 iniciativas detectadas en 2019, cuando se realizó el primer estudio de este tipo.

«Los apoyamos con talleres, capacitación, mentoring, instancias de co-work y networking, en general buscamos todo tipo de sinergias», señaló Alejandro Farías, coordinador del programa de aceleración de Innova Up de CAINCO.

«Hace cinco años muy pocas personas sabían lo que era una startup. El ecosistema aún está en etapa de maduración», agregó.

Si bien la cantidad de emprendimientos bolivianos dista mucho de las más de 15.000 startups que existen en Brasil o las 724 y 1.711 que tienen sus vecinos, Perú y Chile, respectivamente, de todas formas, empiezan a exhibir números que los hacen sentirse entusiasmados y orgullosos.

«Ya llevamos cuatro generaciones (de 60 startups locales) aceleradas, y ahora con la nueva generación que se inicia serían 75. Muchas de ellas están en edtech debido al desafío de aprendizaje remoto que impuso la pandemia, pues ofrecen nuevas soluciones y plataformas para educación. Luego se ha venido viendo mucho el tema fintech y servicios tercerizados, tipo Uber. Y el agtech también es un modelo interesante, porque Santa Cruz además es un polo agroindustrial», detalló Farías.

Algo que confirma el estudio del ecosistema digital boliviano, que revela que más del 54% de esos emprendimientos activos se ubican en Santa Cruz, ya que es la ciudad más poblada y con mayor PIB e ingreso per cápita de Bolivia.

Farías, no obstante, considera que falta financiamiento. «Los fondos de inversión que hay en Bolivia no están creados para invertir en startups. No hay venture capital como tal, en el país. Existe una asociación llamada SC Ángeles, creada por bolivianos que buscan invertir, pero el ecosistema está en pañales porque los financistas no entienden la inversión en startup, el impacto en la economía y la forma en que se debe llevar», remarcó.

Por su parte, Salomón Eid, presidente de la Asociación de Emprendedores de Bolivia (ASEB) y quien también participa de SC Ángeles, indicó: «El Gobierno no ha entendido a cabalidad y no es falta de voluntad, sino falta de estructura: tiene que haber una entidad especial que se encargue de estas cosas y gestiones».

Y agregó; «Nuestro trabajo como asociación es bajar barreras de entrada. Por ejemplo, poder aspirar a tener la figura de sociedades unipersonales, como en Chile, donde te constituyes como empresa en un día hace todo el sentido del mundo».

«Buscamos que todos sean exitosos, que sea posible emprender en Bolivia y nos vaya bien, porque hoy emprender es burocrático y caro y la idea es, como emprendedor, enfocarse en el negocio y no en [resolver] la burocracia», sentenció Eid.

Junto a SOSAgro, ya empiezan a sonar nombres de startups bolivianos en el continente. Se trata de apps como TuGerente, para inventarios online; EnvíosPet, de delivery para mascotas; TuPase, que permite a las empresas involucrar a sus colaboradores en la actividad física; Izi, de soluciones digitales para pymes; Creotec, healthtech que fabrica prótesis personalizadas; Yaigo, de delivery y e-commerce; NetComidas, también de delivery que fue adquirida por PedidosYa; o Ultracasas, para vender y arrendar propiedades.

De hecho, cinco emprendimientos bolivianos: Mobi (hasta ahora una de las startups más prometedoras y mejor valuadas del país), Minkedu, Medicinets, Tech Solution y Facia  fueron seleccionadas en el Incae Entrepreneurship Award de este año, que se dará a conocer el 9 de diciembre, donde compiten con otras 20 iniciatvias de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá y Perú.