Virginia Giuffre, la mujer que acusa de agresiones sexuales al príncipe británico Andrés, aceptó no demandar a «otros potenciales acusados» en un acuerdo que firmó hace años con Jeffrey Epstein, según un documento -hasta ahora confidencial pero que se hizo público en las últimas horas-, lo que parece aliviar la situación del tercer hijo de la reina Isabel II.
El acuerdo, revelado por una corte de Nueva York, muestra que Giuffre arregló su demanda por 500.000 dólares en 2009 con Epstein, quien se suicidó en la cárcel de Manhattan 10 años después mientras esperaba su juicio.
El documento -clave para la fase oral del caso- no menciona directamente al príncipe, pero contiene el concepto de proteger a «otros potenciales acusados» de ser demandados en el caso relacionado con los presuntos delitos sexuales de Epstein.
El acuerdo dice que Giuffre «libera, absuelve y descarga para siempre a dichas segundas partes y a cualquier otra persona o entidad que pueda ser incluida como acusado potencial (otros posibles demandados) de todas y cada una de las acciones y actuaciones».
Los abogados del príncipe Andrés citaron el acuerdo, y más puntualmente ese punto, para reclamar que la demanda sea desestimada.
Para la defensa del príncipe el documento debería ser suficiente para que el juez descarte la demanda en la fase de argumentos orales del caso, que se llevará a cabo en las próximas horas.
Giuffre, de 38 años, alega que Epstein «la prestó para tener relaciones sexuales con sus poderosos y ricos asociados, incluyendo a Andrés».
La mujer demandó al miembro de la familia real británica por daños y perjuicios no especificados, porque señaló que el príncipe Andrés la asaltó sexualmente en tres oportunidades en 2001 en Londres, Nueva York e Islas Vírgenes cuando ella tenía 17 años.
El príncipe, de 61 años, no fue acusado formalmente y negó enérgicamente y en repetidas ocasiones las denuncias.
Después de la condena a Ghislaine Maxwell, la semana pasada, por tráfico sexual de menores, estos días eran claves para el príncipe británico.
Ahora todo queda en las manos del juez
El juez Lewis Kaplan escuchará en las próximas horas los argumentos orales sobre si se debe desestimar o no la demanda contra Andrés, en una audiencia por videoconferencia.
Kaplan rechazó el viernes los intentos de los abogados del príncipe de detener el avance de la demanda con el argumento de que Giuffre ahora vive en Australia.
Un día antes, el proceso tuvo una jornada de discusiones casi médicas: los abogados de Giuffre exigieron que el príncipe entregara registros médicos que demostraran que no podía sudar, porque en una entrevista de 2019 con la BBC, el príncipe había negado la afirmación de la mujer de que habían compartido un baile sudoroso en una discoteca de Londres, alegando que en ese momento no podía sudar debido a una condición relacionada con rol en la Guerra de Malvinas de 1982.
Giuffre dice que Andrés la agredió en la casa de Epstein en Nueva York, en su isla privada en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, y que abusó sexualmente de ella en la casa londinense de su amiga Maxwell, quien le presentó el príncipe al magnate a principios de la década de 1990.
Maxwell -amiga de Epstein- podría ser condenada a pasar el resto de su vida presa, porque fue considerada culpable por un jurado de cinco de los seis cargos por los que era señalada.