El Senado chileno rechazó habilitar un cuarto retiro de los fondos previsionales

La iniciativa de la oposición necesitaba 25 votos y solo consiguió 24, por lo que ahora pasará a una Comisión Mixta de senadores y diputados.

El Senado de Chile rechazó hoy, por apenas un voto, el cuarto retiro anticipado de los fondos de pensiones, por lo que el proyecto pasará a ser discutido en una Comisión Mixta de senadores y diputados que buscará un acuerdo entre las dos cámaras del Congreso.

Con 24 votos a favor, 15 en contra y 1 abstención, la iniciativa necesitaba la luz verde de 25 senadores, por lo que la oposición se quedó a un respaldo de aprobar el proyecto, que era cuestionado por el Gobierno.

Una de las senadoras del Partido Demócrata Cristiano, Carolina Goic, votó en contra de la iniciativa, separada de su partido, con lo que favoreció el estancamiento del proyecto.

«En este cuarto retiro tenemos un antes y un después», explicó Goic, quien se pronunció a favor de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) universal.

Justamente una «negociación que además encabezó brillantemente», quien en entonces era titular del Senado y ahora es candidata presidencial socialdemócrata, Yasna Provoste.

Parece poco probable ahora que el proyecto pueda ser aprobado antes de las elecciones del 21 de noviembre.

La iniciativa contemplaba el retiro anticipado del 10 por ciento de los fondos provisionales del sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), el régimen de pensiones privado del país, por parte de los ciudadanos, una medida puesta en marcha en el marco de la crisis causada por la pandemia.

Uno de los argumentos que más se repitió entre los senadores que respaldaron la moción, apuntó a modificar el texto a través de indicaciones para moderar sus impactos sobre la inflación y el mercado de renta fija.

Temprano, el ministro del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero, advirtió que cualquier tipo de ajuste -sea gravar a las rentas más altas, pagar en dos cuotas o reducir los montos- «solo amortiguan marginalmente el deterioro financiero y previsional que produciría, afectando a todos los hogares, en mayor grado a los más pobres y de clase media, pero están lejos de convertirlo en un buen proyecto y de justificar su aprobación».