Estados Unidos respondió a las demandas de Rusia

Estados Unidos dio una respuesta por escrito donde ofreció «una vía diplomática seria si Rusia lo quiere», aunque «rechazó el pedido de Moscú para que Ucrania no ingrese a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)», sostuvo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien dejó en claro que está «dispuesto a hablar» con su homólogo ruso Serguéi Lavrov «en los próximos días».

«Hemos dejado claro que hay principios básicos que estamos determinados a mantener y defender, incluida la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y el derecho de los Estados a elegir sus propias disposiciones de seguridad y alianzas», afirmó Blinken en diálogo con la prensa.

El secretario de Estado señaló que ahora corresponde a Rusia decidir si quiere seguir por el camino de la confrontación o la diplomacia, tras el envío de la mencionada carta de respuesta a las garantías exigidas por Moscú.

«Preferimos la diplomacia y estamos preparados para avanzar donde hay posibilidades de comunicación», apuntó el titular de Exteriores estadounidense.

Blinken indicó que no hará público el contenido de la carta y afirmó que espera que Rusia haga lo propio.

A juicio del jefe de la diplomacia estadounidense, la misiva «establece un serio camino diplomático, si Rusia lo decide», reiteró.

Blinken insistió, no obstante, en que Estados Unidos también está «listo» para imponer sanciones a Rusia, que tendrían «graves consecuencias», si Moscú opta «por la agresión a Ucrania».

Respecto a la posibilidad de que Ucrania se sume a la OTAN, opción que rechaza Rusia, el secretario de Estado subrayó que Estados Unidos respaldará el principio de «puerta abierta».

 

Rusia no ve «motivos para el optimismo»

Rusia manifestó hoy que «no hay muchos motivos para el optimismo» en las repuestas de Estados Unidos y la OTAN a sus propuestas sobre la seguridad europea, un tema crucial en los intentos de calmar la crisis sobre Ucrania, pero aclaró que «se tomará algún tiempo para analizarla» y precisó que aún «hay perspectivas para un diálogo».

La Casa Blanca envió ayer a Moscú sus propuestas escritas tendientes a evitar lo que consideran una inminente invasión rusa, en respuesta a un documento del Kremlin en el que instó a Washington a renunciar recíprocamente al despliegue de armas nucleares fuera del territorio nacional y a la Alianza Atlántica a no expandir su fuerza militar en las exrepúblicas soviéticas, en especial Ucrania.

«Todos los documentos los tiene ahora el presidente (Vladímir Putin). Se necesitará tiempo para analizarlos. No nos vamos a dar prisa con las conclusiones (…) Pero no hay muchos motivos para el optimismo», aseguró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien agregó que aún hay posibilidades para un diálogo, porque eso está en los intereses de todas las partes.

En sintonía, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dejó en claro que «no hubo una respuesta positiva a la cuestión principal», es decir, que la OTAN no se amplíe a Ucrania.

«La cuestión principal es nuestra posición clara sobre el carácter inaceptable de la continuación de la expansión de la OTAN hacia el este y del despliegue de armas que podrían amenazar el territorio ruso», detalló Lavrov, denunciando de nuevo la «expansión desenfrenada de la Alianza atlántica» pese a las promesas hechas a Moscú en los años 1990.

 

También exigió garantías

Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la Alianza, en particular a Ucrania y Georgia; el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la OTAN a las posiciones que ocupaban antes de 1997.

A Estados Unidos, Rusia le propuso en concreto un proyecto de tratado, y a la OTAN, un acuerdo.

En ese contexto, la OTAN también envió por escrito su respuesta a Moscú, que incluía la exigencia de que la Alianza no siga aceptando nuevos países como miembros.

«La OTAN tiende nuevamente la mano a Rusia para reducir las tensiones provocadas por el despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania, pero está preparada para lo peor», afirmó el secretario general de la organización transatlántica, Jens Stoltenberg.

La OTAN, que presentó su respuesta a las demandas de Rusia en materia de seguridad regional, busca «un camino de diálogo para hallar una solución política a la crisis», puntualizó Stoltenberg.

En Moscú, el vicecanciller de Rusia, Alexander Grushko, confirmó que el gobierno ruso recibió la respuesta por escrito de la OTAN.

«Hemos recibido la respuesta de la OTAN. La leeremos. La estudiaremos. Nuestros interlocutores se han tomado casi un mes y medio para estudiar nuestros borradores», indicó el funcionario ruso.

 

Acuerdo entre Ucrania y Rusia

Ucrania y Rusia acordaron en París mantener el alto el fuego y volver a conversar en dos semanas, en diálogo con representantes de Alemania y Francia, mientras Estados Unidos y la OTAN entregaron a Moscú propuestas escritas con el fin de evitar una eventual invasión rusa a su vecino.

«Las conversaciones en la capital francesa no fueron sencillas pero, pese a todas las diferencias de interpretación, los delegados coincidieron en que todas las partes deben mantener el alto el fuego en el este de Ucrania», informó el enviado ruso, Dmitri Kozak, en conferencia de prensa.

«Necesitamos una pausa adicional; esperamos que este proceso tenga resultados en dos semanas», agregó el vocero, tras el encuentro que mantuvo durante ocho horas con diplomáticos de Ucrania, Alemania y Francia.

«Nosotros queremos mantener este diálogo», afirmó el representante ucraniano, Andrii Yermak, y agregó que la declaración «es el primer documento significativo que las partes lograron acordar desde diciembre de 2019».

Asimismo, los cuatro países -que integran el Cuarteto de Normandía, creado en 2014 para buscar una salida a la crisis en Ucrania- ratificaron en una declaración conjunta su apoyo a los acuerdos de paz de Minsk «como base de trabajo» y se comprometieron a intentar «mitigar» los disensos.

«Esperamos que nuestros interlocutores comprendan nuestros argumentos y que en dos semanas consigamos resultados», subrayó el vocero ruso.

Kozak sostuvo que la situación en el este de Ucrania -donde separatistas prorrusos proclamaron en 2014 dos repúblicas- y la tensión en la frontera son «dos asuntos diferentes».

«El próximo encuentro del Cuarteto de Normandía se celebrará en Berlín y también en el nivel de consejeros diplomáticos, puesto que una reunión de mandatarios no está en la agenda», según Kozak.

Pese a esto, sigue latente la posibilidad de avanzar con sanciones y, en ese sentido, Alemania apuntó contra un punto central de sus relaciones con Moscú: el gasoducto Nord Stream 2.

«Estamos trabajando en un fuerte paquete de sanciones con los aliados occidentales que cubre varios aspectos incluyendo Nord Stream 2», reveló la jefa de la diplomacia, Annalena Baerbock, ante la Cámara de Diputados.

El gasoducto es un colosal proyecto recientemente terminado que permitirá duplicar el envío de gas ruso hacia Alemania a través del mar Báltico y fue construido pese al desacuerdo de varios países, incluyendo Estados Unidos, que creen que será utilizado por el Kremlin para acrecentar su influencia sobre Europa.

 

Reducir tensiones

La reunión tuvo como objetivo reducir la tensión luego de una serie de conversaciones entre Rusia y Estados Unidos, que acusa a Moscú de preparar un ataque inminente a Ucrania tras haber desplegado miles de soldados en la frontera con este país, pese a que Kiev descartó el lunes esa posibilidad.

«Todo indica que el presidente (de Rusia) Vladimir Putin usará la fuerza militar en algún momento, quizás entre ahora y mediados de febrero», insistió la subsecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman.

Sin embargo, el ministro de Defensa y el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Alexei Reznikov y Alexei Danilov, respectivamente, coincidieron el lunes en que su gobierno no tenía indicios de un «ataque inminente» por parte de Rusia.

La guerra en el este de Ucrania, que dejó más de 13.000 muertos, se originó en 2014, a partir de un estallido prooccidental en Kiev y la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú.

Desde los acuerdos de Minsk de 2015, la línea de frente se estabilizó y los combates disminuyeron, pero la solución política del conflicto está estancada.

 

El papa Francisco pidió que prevalezca la paz en Ucrania

El papa Francisco pidió «rezar por la paz en Ucrania y que no haya guerra nunca más», al encabezar desde el Vaticano la tradicional Audiencia General semanal.

Durante la catequesis en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice convocó a rezar además para que «entre los responsables de la Tierra prevalezca el diálogo y el bien común».

El Papa intenta con su exhortación reducir las tensiones en la actual disputa entre Rusia, que exige a la OTAN que frene sus operaciones en Europa del Este, y las potencias occidentales, que acusan a Moscú de una eventual invasión ante el incremento de su presencia militar en la frontera con Ucrania y en Bielorrusia.

«¡Por favor, nunca más guerra!», imploró Francisco y añadió que Ucrania «es un pueblo que sufre; han pasado hambre, han sufrido mucha crueldad y merecen la paz».

«Pido al Señor con insistencia que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y supere las heridas, los miedos y divisiones», continuó.

«Sigo con preocupación el aumento de las tensiones que amenazan con asestar un nuevo golpe a la paz en Ucrania, y ponen en cuestión la seguridad del continente europeo, con repercusiones cada vez más amplias», advirtió tras su oración dominical del Ángelus, en la Plaza de San Pedro.