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El canciller austríaco sobre su reunión con Putin: «No fue amistosa»

«Mantuvimos una conversación franca, abierta y dura», agregó el jefe de gobierno de Austria tras su visita a Vladimir Putin en Moscú.

El jefe de gobierno de Austria, Karl Nehammer, aseguró que mantuvo una reunión «poco amistosa» con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tras su visita a Moscú, la primera  de un líder europeo a ese país desde el inicio de la invasión a Ucrania, del 24 de febrero pasado.

«La conversación con el presidente Putin fue muy franca, abierta y dura», precisó Nehammer, informaron el medio austríaco Kurier y la agencia de noticias rusa Sputnik.

«Esta no es una visita amistosa. He venido directamente de Ucrania y he visto con mis propios ojos el inconmensurable dolor», destacó.

La reunión entre Nehammer y Putin duró aproximadamente una hora y se desarrolló en la residencia que tiene el mandatario en Moscú.

El canciller abordó con el líder ruso la necesidad de crear pasos humanitarios para suministrar agua potable y alimentos y evacuar a mujeres, niños y heridos, según el medio austríaco.

«Yo mencioné los serios crímenes de guerra en Bucha y en otras localidades y destaqué que, quienes sean responsables, deben ser llevados a la justicia», agregó.

Con respecto a las medidas de bloqueo económico contra Rusia, un comunicado difundido por la oficina de Nehammer señaló que le dejó en claro al presidente Putin que las sanciones «van a seguir y que van a intensificarse mientras siga muriendo gente en Ucrania», informó la agencia de noticias AFP.

El canciller austríaco tiene la intención de discutir la reunión con los socios europeos y acordar nuevas medidas.

El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, especificó que los austriacos pidieron que la cita transcurriera a puerta cerrada.

El pasado 24 de febrero, Rusia invadió Ucrania con el argumento de que las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.

Del 24 de febrero al 10 de abril, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 1.842 civiles y dejaron heridos a otros 2.493, pero según la ONU el balance real es mucho más alto.

Más de 4,5 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos, a lo que se suman unos 7,1 millones de desplazados dentro de Ucrania, según la organización.

Numerosos países condenaron la invasión de Rusia y apoyaron a Ucrania con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.