Guerra_Ucrania

Rusia anunció una rendición masiva en Mariúpol

Sin embargo, Kiev todavía no confirmó la noticia brindada por el Kremlin en relación a la ciudad portuaria.

Rusia aseguró hoy que «más de 1.000 infantes de marina ucranianos se rindieron en la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol», sitiada desde hace semanas, aunque Ucrania afirmó «no tener informaciones» sobre esto.

«En la ciudad de Mariúpol, en la zona de la fábrica metalúrgica Ilich 1.026 militares ucranianos de las 36ª brigada de marina depusieron de manera voluntaria las armas y se rindieron», anunció el portavoz de la cartera de Defensa, Igor Konashenkov.

El funcionario precisó que entre los militares que se rindieron «hay 162 oficiales y 47 mujeres».

De los militares rendidos, señaló, «151 heridos recibieron primeros auxilios en el sitio y más tarde fueron trasladados al hospital de Mariúpol para recibir tratamiento», reportó la agencia de noticias rusa Sputnik.

La televisión pública rusa informó la rendición de los más de 1.000 militares y mostró imágenes de hombres con ropas camufladas transportando a heridos en camillas en lo que parecía ser una cueva, reprodujo la agencia de noticias AFP.

Pero el Ministerio de Defensa ucraniano afirmó hoy «no tener informaciones» acerca de la presunta rendición.

«Desconocemos esas informaciones», aseguró un portavoz de Defensa, en un mensaje difundido por el portal «Kyiv Independent».

Las autoridades regionales del sudeste de Ucrania evaluaron ayer en al menos 20.000 el número de muertos en Mariúpol, bombardeada desde hace 40 de los 49 días que lleva la invasión rusa.

Los combates se concentran ahora en la gigantesca zona industrial de la ciudad, cuya conquista es considerada vital para las autoridades rusas dado que Mariúpol posee un puerto que da al mar de Azov, y que, de quedar en su poder, las fuerzas invasoras controlarían el territorio del sudeste, desde Crimea hasta la región del Donbass, donde se hallan las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk.

CPI: «Ucrania es una escena del crimen»

El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, sostuvo hoy -durante una visita a la ciudad ucraniana de Bucha, escenario de una matanza de la que Kiev culpa al Ejército ruso- que Ucrania «es una escena del crimen».

«Ucrania es una escena del crimen. Estamos aquí porque tenemos buenas razones para creer que se están cometiendo delitos de la competencia de la Corte. Tenemos que atravesar la niebla de la guerra para llegar a la verdad», declaró Khan a la prensa.

En la ciudad se encontraron cientos de civiles muertos tras la ocupación rusa y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, culpó al Kremlin de los crímenes, que Rusia no solo negó sino que además consideró un montaje de Occidente.

Khan también indicó que un equipo forense de la CPI se puso a trabajar «para que realmente podamos asegurarnos de separar la verdad de la ficción», según informó la agencia de noticias AFP.

«Tenemos que mantener una mente abierta y tenemos que seguir la evidencia», añadió el fiscal.

En tanto, un documento de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) indicó que, «aunque no ha sido posible una detallada evaluación, la misión halló casos de manifiestas violaciones por las fuerzas rusas en su forma de llevar a cabo las hostilidades».

La organización con sede en Viena alude a varios ataques «contra hospitales, casas y viviendas residenciales, propiedades culturales, escuelas, infraestructuras de agua y electricidad», que podrían haber sido evitados y que investigó una misión suya en el territorio ucraniano.

Hoy, la fiscalía general ucraniana aseguró que militares rusos fusilaron a siete personas en una casa del pueblo de Pravdine de la región sureña de Jerson y luego hicieron explotar la vivienda.

«Según la investigación, los militares rusos fusilaron a seis hombres y una mujer en el pueblo de Pravdine. Con la intención de disimular el crimen, los ocupantes hicieron explotar la casa donde se encontraban los cuerpos de esas personas fusiladas», indicó la fiscalía en un comunicado.

La fiscalía indicó que se están tomando medidas para «identificar a las víctimas» y establecer las circunstancias de la tragedia, al tiempo que abrió una investigación por «violaciones de las leyes y usos de la guerra asociadas al asesinato premeditado». 

Desde principios de marzo, las fuerzas rusas controlan la ciudad de Jerson y varias localidades de la región.

Por el momento no hay disponible ningún balance reciente de la guerra pero probablemente ya supera los 10.000 muertos.

Biden usó el término «genocidio» para referirse a lo que pasa en Ucrania

«Rusia está cometiendo un genocidio en su invasión a Ucrania», denunció el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien por primera vez usó ese término para referirse a lo que pasa en el país europeo atacado desde el 24 de febrero.

«Sí, lo llamé un genocidio», insistió Biden ante la pregunta de los periodistas que lo acompañaron en un viaje a Iowa por el término que había usado en un discurso anterior.

Para Biden, «está cada vez más claro que Putin está simplemente tratando de borrar la idea misma de poder ser ucraniano», pero será la justicia internacional la que tendrá la última palabra sobre si las acciones de Rusia en la ex república soviética constituyen un genocidio.

El jefe de la Casa Blanca «pidió dejar a los abogados decidir si califica como tal o no», pero a su parecer, por «las pruebas que se acumulan se trata de un genocidio».

«Están saliendo más pruebas de las horribles cosas que los rusos han hecho en Ucrania. Y vamos a saber cada vez más sobre la devastación», continuó según la agencia de noticias  AFP.

Ucrania y varios países aliados acusan a Rusia de cometer crímenes de guerra, aún desde antes de que el hallazgo de los cuerpos de cientos de civiles muertos en la ciudad de Bucha y el ataque a una estación de tren provocara olas de indignación.

Biden definió a Putin como un «criminal de guerra» y pidió para el mandatario ruso «un juicio» sobre las supuestas atrocidades.

Pero hasta acá Estados Unidos evitó usar el término «genocidio», de acuerdo con el protocolo vigente, ante la estricta definición legal y las importantes implicaciones que conlleva la acusación.

Biden lo utilizó por primera vez durante un discurso sobre la suba de los precios de combustibles que dio en las últimas horas, al decir que la capacidad de los estadounidenses para llenar su tanque de gasolina no debería «depender de si un dictador declara la guerra y comete un genocidio en otra parte del mundo».

El gobierno estadounidense atribuyó ese aumento de la gasolina a la invasión de Rusia a Ucrania.

Antes de esto, en respuesta a preguntas de periodistas sobre si los asesinatos de Bucha podían ser considerados como un «genocidio», el mandatario respondió: «No, creo que es un crimen de guerra».

Macron y Scholz se diferenciaron de Biden 

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe de Gobierno alemán, el canciller federal Olaf Scholz, se negaron hoy a repetir la acusación de su homólogo estadounidense Joe Biden acerca de que Rusia comete un «genocidio» en Ucrania, y advirtieron que la escalada verbal no ayuda a terminar la guerra.

Pero Macron sostuvo en diálogo con la televisión France 2 que los gobernantes deben tener cuidado con el lenguaje.

«Yo diría que Rusia desató unilateralmente la guerra más brutal, que se ha establecido que el ejército ruso ha cometido crímenes de guerra y que ahora es necesario encontrar a los responsables y que respondan ante la justicia», declaró el presidente francés, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias AFP.

«Lo que ocurre es una locura, es increíblemente brutal», agregó Macron, inmerso en la atención de la crisis en Ucrania dado que Francia posee la presidencia pro tempore de la Unión Europea pero también dedicado de lleno a la campaña electoral hacia un difícil balotaje previsto para el 24 de este mes, en el que intentará ser reelecto frente a la candidata de ultraderecha, Marine Le Pen.

«Pero al mismo tiempo miro los hechos y quiero intentar, en la medida de lo posible, continuar siendo capaz de detener esta guerra y reconstruir la paz. No estoy seguro de que las escaladas verbales sirvan a esta causa», expresó.

Macron consideró mejor ser «cuidadoso» con la palabra genocidio en este caso, en especial porque «los ucranianos y los rusos son pueblos hermanos».

La decisión de Macron de no usar el término «genocidio» fue calificada de «decepcionante» por el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko.

Por su parte, el canciller alemán Olaf Scholz compartió el mismo punto de vista que el mandatario francés y habló de «crímenes de guerra».

«Es una guerra terrible en el este de Europa. Y creo que no hay que minimizar esto. Es una guerra terrible y se cometen crímenes de guerra», afirmó Scholz a la radio alemana RBB.