Vladimir Cerrón: el cerebro detrás del plan comunista de Pedro Castillo

Formado en Cuba y con delitos de corrupción sobre sus hombros, el exgobernador Vladimir Cerrón no duda en hacer pública su admiración por la dictadura cubana, adelantando lo que contempla el proyecto de Pedro Castillo

Formado en Cuba y con delitos de corrupción sobre sus hombros, el exgobernador Vladimir Cerrón no duda en hacer pública su admiración por la dictadura cubana, adelantando lo que contempla el proyecto de Pedro Castillo

Detrás de todo dictador siempre hay un artífice ideológico, el Joseph Goebbels que convence a las masas con una mentira repetida mil veces. Detrás del proyecto comunista de Pedro Castillo está Vladimir Cerrón, el cerebro de la operación para instaurar en Perú un sistema político como el cubano y el venezolano.

El médico y político peruano es fundador de Perú Libre, el partido de Castillo. Es fiel defensor del pensamiento de Fidel Castro, a quien sigue considerando «un ejemplo vivo» y aboga por el control del gobierno en todos los ámbitos posibles de la sociedad.

Cerrón se formó en Cuba, el epicentro del comunismo latinoamericano. Obtuvo su título de Medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey en 1997 y luego en 2002 la especialización en Neurocirugía. Desde entonces no oculta sus lazos con el régimen cubano. En 2018 volvió a la isla para asistir al Foro de Sao Paulo y ahí lanzó frases que están dando la vuelta en redes sociales.

“Este es un espacio para intercambiar ideas con los líderes de otros países, quienes vienen conllevando procesos de revolución en cada uno de sus países, como en Venezuela con Hugo Chávez y el legado que ahora lidera Nicolás Maduro”, dijo desde Cuba.

Pero como todo político de izquierda que defiende la utópica igualdad social, este dirigente peruano está rodeado de escándalos de corrupción. Su expediente delictivo es inocultable.

Historial de corrupción

Fue declarado culpable en 2019 por los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento de su cargo para favorecer a un consorcio en obras de saneamiento en la ciudad de La Oroya. El delito lo cometió durante su primera gestión como gobernador de Junín, entre 2011 y 2014. Como consecuencia, fue suspendido en su segundo periodo.

Corrió con la suerte de que meses más tarde, la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de esa ciudad le rebajó la pena de cuatro años y ocho meses, a tres años y nueves meses. Además, ordenó variar la sentencia de prisión efectiva a prisión suspendida.

Pero sobre sus hombros pesan otros 20 casos por presunta corrupción, alojados en la Procuraduría Anticorrupción de Junín. Algunos son el financiamiento de proyectos educativos inconclusos o la malversación de fondos para actividades proselitistas.

Vladimir Cerrón recuerda aquellas promesas del chavismo en Venezuela. Construcciones que nunca terminaron, o que simplemente nunca comenzaron. Mientras tanto, las figuras del régimen llenaban sus cuentas bancarias con miles de millones de dólares.

El guión comunista

Es el autor del plan de gobierno del partido Perú Libre. El narcisismo de Vladimir Cerrón es tal que la portada incluye una foto suya y en las páginas se lee que se trata de un documento “marxista, leninista y mariateguista».

En un intento por desmarcarse, Pedro Castillo aseguró que los asuntos «del pueblo y de la campaña» los lleva él. A Vladimir Cerrón solo lo mencionó como «el secretario general del partido Perú Libre». Sin embargo, pocos creen en este argumento. Son bien conocidos los planes socialistas del partido que sin duda se extenderán a todo el país si Castillo llega a la presidencia.

Dicho proyecto toca todos los temas de la sociedad, incluyendo el cultural. Cerrón cree que el Estado debe poner controles en la educación, por eso para enfrentar al «actual Estado neoliberal» hay que poner «un coto» a través de una estructura nacional educativa, y habla de «no dejar la educación y la cultura a libre albedrío», según admitió en una entrevista.

Cerrón sigue el guión de sus pares comunistas. El médico educado en Cuba también espera convocar a una «asamblea constituyente» para cambiar la Carta Magna aprobada en 1993 en un eventual gobierno de Pedro Castillo. La misma receta aplicada por Chávez en Venezuela para perpetuarse en el poder.

Las órdenes de Cuba

Perú Libre es uno de los 123 partidos políticos de 27 países que conforman el radical Foro de Sao Paulo. Cerrón no dejó de alabar la coalición internacional de izquierda cuando inscribió a su agrupación política.

A su juicio, el foro creado por Fidel Castro y Lula da Silva «ha librado una batalla titánica en el campo de las ideas, sirviendo de fuente ideológica y política». Es el mismo discurso de Evo Morales, Rafael Correa y el resto de expresidentes socialistas. Inclusive hizo referencia al «imperialismo norteamericano”.

En 2018 asistió al XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo efectuado en el Palacio de Convenciones de La Habana. Allí coincidió con Nicolás Maduro, Evo Morales y Manuel Zelaya.

Como una receta propia del adoctrinamiento ideológico, el dictador cubano Miguel Díaz-Canel instó a los presentes en «abordar la política exterior de la Revolución Cubana», por lo tanto debían «reconocer» el papel de Fidel Castro «como su inspirador, arquitecto, conductor y ejecutor principal”.

Esta es la línea que sigue Vladimir Cerrón y por lo tanto el candidato Pedro Castillo. Imposible separar al uno del otro. Con esta dupla en la presidencia de Perú, el país no solo repetiría la tragedia de Cuba y Venezuela, sino que podría incluso caer más bajo. El excandidato presidencial Rafael López Aliaga advirtió durante una actividad de calle el fin de semana en contra del comunismo que Castillo convertiría a Perú al la próxima Corea del Norte.

Fuente: Oriana Rivas / PanAm Post