El Gobierno español le brindó asilo al opositor cubano que promovió la protesta frustrada del lunes.
El dramaturgo cubano Yunior García, uno de los promotores de la frustrada manifestación del pasado lunes en Cuba, llegó a España tras viajar de manera inesperada junto a su esposa Dayana Prieto, un hecho que sorprendió a Archipiélago, la organización que integra, pero que la enmarcó en la necesidad del Gobierno de «tener a los opositores afuera del país».
«A esta persona, que precisamente ha liderado las manifestaciones en Cuba, le facilitamos la documentación para que ingrese a España. Tanto a él como a su esposa. Confirmamos que han llegado. Queremos ayudar a los cubanos y que se garanticen sus derechos», sostuvo Félix Ramos, el responsable español de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
Desde el domingo no se tenían noticias de García, uno de los líderes del opositor Archipiélago, quien ese día se vio impedido de manifestarse por una avenida de La Habana. De hecho, un colaborador de la agrupación fue a su casa y no obtuvo respuesta, de ahí la preocupación.
García, nacido en Holguín hace 39 años, se convirtió en una de las voces más importantes de la oposición cubana, en la que los artistas cobraron gran importancia.
Fue uno de los convocantes a la protesta del lunes, frustrada por las autoridades con un gran despliegue de las fuerzas de seguridad, y se desconocía su paradero desde entonces.
Al haber sido prohibida la protesta, García anunció que marcharía un día antes, en solitario, por una céntrica avenida de La Habana, para minimizar los riesgos de violencia.
La razón de marchar en solitario la presentó como «una decisión personal debido a que no pudo comunicarse con sus compañeros porque le cortaron las comunicaciones», aseguró.
El Gobierno de la isla, en tanto, lo acusó de estar manejado por la Casa Blanca, tres meses después de las históricas manifestaciones del 11 de julio.
En respuesta a las acusaciones de estar al servicio de Washington, respondió: «Mi único trabajo es con el Estado, que a mí me paga el Consejo de las Artes Escénicas, con quien trabajo, y mi salario no llega a los 4.000 pesos (166 dólares)», detalló.
Después del 27 de noviembre de 2020, cuando cientos de artistas manifestaron en reclamo de mayor libertad de expresión, García se convirtió en el representante de una nueva generación crítica del Gobierno, que incluye a artistas, periodistas independientes y académicos, la mayoría ajenos a partidos políticos.
Así creó Archipiélago, un grupo de debate política en Facebook, que pretende ser un laboratorio para una «Cuba plural» en el país de un partido único.
La cuenta de Facebook del grupo reveló que supo a través de la prensa internacional sobre la llegada a España de García y su esposa Prieto. «Celebramos que estén bien», apuntó el jurista Fernando Almeyda, integrante de la organización.
