Banco Mundial

Banco Mundial proyecta reducción de crecimiento económico para América Latina y el Caribe

Debido a la inflación y a las peores condiciones financieras, el endurecimiento de política monetaria en Estados Unidos y la incertidumbre política de algunos países de la región.

El Banco Mundial (BM) estimó una reducción del crecimiento de la economía para América Latina y el Caribe del 6,7% al 2.5% (la mundial bajará del 5,7% al 2,9%), como consecuencia de los daños provocados por la pandemia de coronavirus y la invasión de Rusia a Ucrania, que exacerbaron la desaceleración de la economía mundial, según su informe sobre las Perspectivas Económicas publicado en Washington

«El crecimiento en la región se desacelerará aún más en 2023, a solo un 1,9 %, antes de repuntar ligeramente a un 2,4 % en 2024», informó el BM, según la agencia de noticias Bloomberg.

El informe hizo hincapié en que «la desaceleración regional refleja el endurecimiento de la situación financiera, el debilitamiento del crecimiento de la demanda externa, la rápida inflación y la gran incertidumbre en materia de políticas en algunos países. Se espera que el PBI per cápita de toda la región aumente solo un 0,6 % entre 2019 y 2023».

Más adelante, el BM detalló que «los precios de las principales exportaciones de América Latina y el Caribe serán sustancialmente más altos en 2022, pero los beneficios para el crecimiento se verán limitados por una respuesta lenta de la producción de algunos productos básicos y por el aumento de los costos de los insumos, incluidos la energía y los fertilizantes».

«Las políticas fiscales y monetarias se basarán ampliamente en el crecimiento a corto plazo, a medida que las autoridades monetarias restringen las políticas para combatir la inflación y continúa la retirada del apoyo fiscal relacionado con la pandemia», agregó.

Para el BM, «la economía del Brasil crecerá un 1,5% en 2022 y se espera que el sólido comienzo del año se disipe debido a la inflación de dos dígitos y al estancamiento de la inversión, a la vez que el crecimiento disminuirá notablemente y llegará a solo un 0,8% en 2023».

La economía de México, por su parte, «se expandirá un 1,7% en 2022 y un 1,9% en 2023, a medida que las políticas monetarias más restrictivas, la alta inflación, la incertidumbre política y la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos tienen repercusiones en la economía mexicana».

«En Chile y Colombia el crecimiento se desacelerará bruscamente a medida que la recuperación posterior a la pandemia dé lugar a un endurecimiento de las políticas», apuntó.

Mientras que en Perú, «el aumento de la producción minera debería respaldar el crecimiento, pero la incertidumbre se hará sentir en la inversión»; en tanto que en Argentina «crecerá un 4,5 % en 2022, pero con la aceleración de la inflación, la estabilidad macroeconómica sigue siendo difícil de alcanzar».

Los números de América Central

El BM pronosticó que la economía de Centroamérica «se expandirá un 3,9% en 2022 y un 3,5 % en 2023. Esta desaceleración moderada registra la actividad en Estados Unidos, la fuente principal de demanda de exportaciones y remesas. El crecimiento en el Caribe se proyecta en un 6,9 % en 2022 y un 6,5 % en 2023, favorecido por la recuperación del turismo».

También mencionó que existen «una serie de riesgos adversos entre los que se incluyen los efectos indirectos en la región debido a la atenuación del crecimiento mundial, una mayor inseguridad alimentaria y malestar social, una inflación superior a la prevista y tensiones financieras constantes».

A la vez el BM puntualizó que «las complejas condiciones mundiales están afectando el crecimiento en América Latina y el Caribe. Los ingresos de exportación y la situación fiscal de algunos países exportadores de productos básicos regionales se están beneficiando, pero los efectos económicos positivos se ven contrarrestados por el aumento de los precios al consumidor, una confianza más débil y el aumento de las tasas de interés nacionales y mundiales».

Por último, el BM enfatizó que «la inflación ha aumentado muy por encima de las metas de los bancos centrales en muchos países de América Latina y el Caribe y ha ejercido una presión financiera sobre los hogares y las autoridades monetarias han subido significativamente las tasas de interés oficiales y han indicado que se producirán nuevos aumentos».