Ola de calor en Chile: calor extremo en cinco regiones

Chile registra una ola de calor que afectará al menos cinco regiones con calor extremo y con posibles riesgos para salud así como incendios

La zona central de Chile está enfrentando una fuerte ola de calor, que se extenderá a lo largo toda esta semana. Aunque el mes de enero —en pleno verano— es habitual que los termómetros en el país sudamericano alcancen máximas de hasta 30°, en los últimos días aquellos registros se han sobrepasado con creces. Aquello alerta a las autoridades, que ven con preocupación los peligros que provoca este evento meteorológico extremo en la salud de las personas y en la propagación de incendios forestales.

La Dirección Meteorológica de Chile (DMC), el organismo oficial que informa sobre las condiciones climáticas, ha emitido una alerta meteorológica para cinco regiones —Metropolitana (donde se encuentra la capital, Santiago de Chile), O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío—, las que se afectarán tanto a la costa como a las zonas interiores del territorio.

La zona central y sur de Chile viene arrastrando una ola de calor desde finales de la semana pasada. En Santiago, la temperatura máxima llegó a los 34°, bajando levemente a los 32° durante el sábado. El pasado domingo los termómetros volvieron a subir, superando los 33°. Para este lunes se estimó una máxima de 34°, la que podría alcanzar los 36° en sectores periféricos como la localidad de Tiltil, al norte de la ciudad. El calor intenso se extendió a algunas regiones sureñas y australes que habitualmente tienen bajas temperaturas durante todo el año como Los Ríos y Aysén, que al inicio de la semana superaron los 30°.

La alerta meteorológica de la DMC se extenderá durante los días martes 23, miércoles 24 y jueves 25 de enero. En las cinco regiones de la zona central se estima que las máximas alcancen entre 32° a 34° en la costa y 34° a 36° en el valle central y la precordillera de Los Andes. El viernes se registraría un leve descenso, al menos en la región Metropolitana, donde se registrarían 32°. El próximo fin de semana tendría a la capital chilena con un alivio en las altas temperaturas, marcando mínimas de 12° y una máxima de 28°, aunque también existe una posibilidad de que los termómetros vuelvan a sobrepasar los 30°.

Las altas temperaturas pueden dañar directamente a las personas. La exposición directa al sol no solo daña la piel, sino que también puede provocar cuadros de deshidratación o golpes de calor, que afectan principalmente a los niños y a los adultos mayores. La falta de cuidados o de atención puede provocar una afectación del Sistema Nervioso Central, pasando por edema generalizado, calambres, síncope por calor, estrés por calor e incluso la muerte.

El Ministerio de Salud de Chile (Minsal) ha entregado algunas recomendaciones para enfrentar esta emergencia. Entre los consejos de la autoridad se encuentran beber más líquido de los habitual; preferir los espacios más fríos; preferir los horarios más fríos para hacer ejercicios; usar ropa ligera y sombreros; tomar duchas frías cuando la temperatura ambiente supere los 35°; utilizar bloqueador solar; consumir comidas frescas y ligeras; y solicitar ayuda inmediata si se presentan síntomas como mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa o cefalea intensa y/o espasmos musculares dolorosos .

La emergencia climática ha motivado la imposición de una alerta roja para las provincias de Concepción y Biobío, ambas ubicadas a unos 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile, ante el calor extremo de los próximos días. La zona fue una de las más afectadas con los gigantescos incendios forestales registrados a inicios de 2023, los que dejaron 27 fallecidos y más de 5.000 damnificados, por lo que este nueve evento meteorológico extremo llevó a la movilización de todos los recursos para evitar otra catástrofe. A inicios de este mes el presidente de izquierdas, Gabriel Boric, había presentado el plan nacional contra los incendios forestales, que incluye el trabajo de brigadistas nocturnos, además del uso de cámaras y de inteligencia artificial para detectar los focos iniciales y prevenir su expansión.

Fuente: EL PAÍS