Perú, lejos de una nueva ola

Las contradicciones entre los especialistas le pasan factura a la economía peruana.

El Ministerio de Salud (Minsa) pronosticó que la tercera ola del coronavirus iba a desatarse a principios de agosto o a comienzos de septiembre, con el fin de seguir con medidas restrictivas que afectan la economía peruana, pero la realidad marca que eso no ocurrió, y varios especialistas consideran hoy por hoy que «difícilmente» eso suceda.

Es que los contagios y decesos a nivel nacional se mantienen en número bajos y el plan de vacunación está en pleno avance.

De hecho en el día de hoy se registraron 608 nuevos contagios, apenas 18 muertes y 69 altas hospitalarias. Esos números no se condicen con el pronóstico del Ministro de Salud, Hernando Cevallos, quien aseguró que la tercera ola llegará «en 15 o 20 días» por la presencia de la variante delta, cuyo primer caso se registró el 9 de junio pasado en la ciudad de Cerro Colorado, en Arequipa, con una mujer de 78 años

Pero las cifras oficiales de su ministerio señalan que en el país hay un total de 534 contagios de la variante delta, lo que representa un número bajo como para vaticinar un escenario sanitario complicado.

Es más el Minsa informó que hasta el momento Perú tiene un total de 2.170.475 de infectados por coronavirus; 199.156 fallecidos; 2.145.914 recuperados; y 3.655 hospitalizados.

Esto demuestra que los números de decesos y hospitalizados por dío siguen en pleno descenso, las cifras más bajas desde que comenzó la pandemia, pero las medidas restrictivas del Gobierno impactan en la economía.

«Estamos en una etapa que nos permite avanzar con toda la rapidez que podamos en la vacunación. Vamos a seguir bajando el rango de edad de acuerdo a la llegada de vacunas al país. Necesitamos ir cerrando brechas, no podemos seguir bajando la edad si aún tenemos edades mayores a los 23 años donde los porcentajes de vacunación no son los que quisiéramos. Nuestro objetivo es que antes de fin de año tengamos a toda la población objetiva vacunada», sentenció Cevallos.

De acuerdo con el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis) del Minsa, se aplicaron un total de 24.652.540 vacunas, a 14.929.976 personas con una dosis, y a 9.722.564 con dos, sobre 31.488.700 de habitantes. Esto representa representa cerca del 35 de la población objetiva a vacunar.

Pero el ministerio de Salud nunca realizó un estudio de seroprevalencia para conocer la cantidad de personas que se contagiaron. Hay que tener en cuenta que muchos pacientes no son detectados por el sistema sanitario porque no se les hizo la prueba. Y otros pudieron atravesar la enfermedad sin saberlo. En síntesis, en base a estos, existe mucho menos riesgo de la tan mencionada llegada de la tercera ola.

En tal sentido se manifestó el director ejecutivo de Vigilancia en Salud Pública del Minsa, César Munayco, estimó que entre los posibles factores del retraso de la llegada de la tercera ola estaría «la posibilidad de que el 50% de la población peruana se haya contagiado de covid-19 y haya adquirido cierto nivel de inmunidad, aunque no suficiente para enfrentar los casos graves».

El epidemiólogo del INS manifestó que «si bien hay un estudio en camino para confirmar la cifra señalada, dicho porcentaje ha sido estimado en base a la experiencia de los contagios producidos en la primera y segunda ola».

«El avance del proceso de vacunación en todo el país y el hecho de que los ciudadanos, en su mayoría, sigan cumpliendo los protocolos de bioseguridad, como el uso de las mascarillas, hace que esto se retrase», precisó Munayco.

Pero luego contradijo al ministro de Salud. «Lo más probable es que pueda haber un incremento de casos a fines de año o antes -si continúa el avance de la variable delta- por las reuniones que suelen juntar a las personas con motivo de Navidad y Año Nuevo», opinó.

Munayco, por último, señaló: «Todos los distritos tienen muy pocos casos. Obviamente San Juan de Lurigancho y Lima en general siguen notificando casos porque tienen una gran población, pero no ponen en problema los servicios de salud y no hay una gran cantidad de casos en los hospitales. Sin embargo, estamos expectantes de una tercera ola», reiteró sin demasiados fundamentos.

Cabe destacar que el uso de las playas, ríos, lagos y lagunas está permitido en todas las provincias litorales del país desde el lunes pasado, dado que se encuentran en el nivel de alerta moderado, a excepción de Satipo (Junín) y Oxapampa (Pasco), que se encuentran con nivel de alerta alto.

El investigador de la Universidad Científica del Sur Percy Mayta-Tristán, el decano del Colegio Médico, Miguel Palacios, y el virólogo Juan More Bayona coinciden en que el surgimiento de una tercera ola de contagios en el país se sigue postergando debido a que gran parte de la población se infectó en los momentos más críticos de la primera y segunda ola.

«Si llegamos a enero y no hay tercera ola, es posible que la enfermedad se vuelva endémica, es decir, tendría poco impacto», consideró Palacios.